Descubrí a Anselm Kiefer en el Museo de arte contemporáneo de Barcelona (MACBA). En el holl del Museo se exhibía entonces una obra suya, "La tumba en los aires". Una instalación monumental compuesta por una de sus famosas vitrinas de libros, que constaba, de dos paneles formados por láminas de plomo, unidas y superpuestas irregularmente formando un mural de gran tamaño del que pendían vidrios enmarcados y fragmentados manchados de lodo, y por un cohete de plomo también, con dos ventanas a través de las cuales se podía observar que en el interior del cohete viajaban trozos de piedra arenosa y ladrillos mezclados con materiales orgánicos: cabellos y dientes humanos. La instalación en su conjunto daba una sensación de desastre y desolación. El resultado de una guerra devastadora, el fin de una civilización.
Ni que decir tiene que me quedé muy impresionada y busqué información sobre el artista del que nunca había oído hablar.
Nacido en Alemania dos meses antes del final de la Segunda Guerra Mundial, Anselm Kiefer crece, presenciando los trágicos resultados de la guerra y de la división de su país, posteriormente es así mismo espectador de su reconstrucción material y económica y de un renacimiento espiritual.
Investigador de la historia de los mitos y leyendas germanas que fueron utilizados y que contribuyeron decisivamente a las instauración del Fascismo en Alemania, afronta las consecuencias de hurgar en estos temas, de meter el dedo en la llaga, de resucitar tabúes e imágenes a los que la sociedad alemana no quiere enfrentarse.
Artista controvertido sobretodo en su propio país donde recibió criticas muy radicales e incluso se le tachó de fascista. Su obra fue considerada en un primer momento como parte de la nueva generación de pintores alemanes, pero la realidad es que su trabajo se desarrolla independiente desde el principio. Nunca ha pertenecido a ningún grupo concreto, aunque sus obras hayan sido exhibidas en las grandes exposiciones internacionales colectivas de los diferentes grupos neoexpresionistas alemanes.
La obra de Kiefer es extensa y variada. Temas, técnicas, materiales, soportes... desde pequeñas y sutiles acuarelas sobre papel, hasta gigantescas planchas de plomo, son utilizados por Kiefer según su necesidad expresiva, con una gran valentía, fuerza y seguridad.
Fotografía de la obra de A. Kiefer "Heavy cloud"
1 comentario:
Realmente su obra resulta inquietante, sobre todo sus libros de plomo. Gracias por presentarlo.
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