Vivía un bello musulmán
en su aldea cómodamente,
joven, fino, complaciente,
cuyo nombre era Azolán.
Todo el Alcorán sabía;
adoraba a San Gasbriel,
y este mensajero fiel
de Dios, vino a verlo un día.
"He conocido, le dice,
tu singular devoción,
y en prueba de mi afición
a hacerte vengo felice.
"El grande Alá te destina,
de tus virtudes prendado,
a ser imán consagrado
de la Meca y la Medina.
"Pero tienes que prestar
en mis manos juramento
de que ni por pensamiento
a mujer has de tocar.
"Sólo por reja has de verlas,
y esto no frecuentemente;
has de vivir castamente
y ni siquiera has de olerlas."
El joven queda encantado
de escuchar su gran fortuna,
y sin reflexión ninguna
jura lo que han mandado.
Dignidad tan lisonjera
ocupa toda su mente,
sin pensar en que imprudente
ha jurado una tontera.
Es hecho imán y el contento
sobretodo se le aumenta
al tomar la gruesa renta
que le dan en el momento.
Mas tanto brillo y honor
y puesto tan elevado,
por más que lo había jurado,
no puede estar sin amor.
El bello Azolán sentía
siempre por la madrugada
que la cosa era apurada,
y su engaño conocía.
La hermosa Amina encontró,
y en amor arde por ella,
y la preciosa doncella
de él también se enamoró.
"Adios Meca, adiós Medina,
adios servil dignidad,
quiero mi felicidad,
dice, en mi aldea, con Amina."
El arcángel san Gabriel
baja del cielo rabiando
al ver lo que está pasando
con su musulmán infiel.
Éste le dice: "Ángel mío,
mirad mi querida, os ruego;
y, si podéis, decid luego
que refrene mi albedrío.
"Os habéis de mi burlado;
nuestro trato es mi suplicio;
tomad vuestro beneficio,
que a Amina quiero a mi lado.
"Mahoma a los elegidos
el amor no les prohibió,
y además les prometió
placeres indefinidos.
"Con Aminas a montones
en premio de su creencia,
yo alabaré su prudencia
pues nos concedió esos dones.
"Con la misma devoción
os serviré siempre fiel;
por tanto, volveos, Gabriel,
y a Alá decid mi intención.
"Pues tan decidido estoy
no sólo a dejar mi empleo,
mas ni ir al cielo deseo
si con mi Amina no voy".
Diz la historia que mohino
al cielo Gabriel volvió
y que no se metió
en ofrecer más destino.
Voltaire
Fotografía: Riza-yi Abbassi (siglo XVII)
en su aldea cómodamente,
joven, fino, complaciente,
cuyo nombre era Azolán.
Todo el Alcorán sabía;
adoraba a San Gasbriel,
y este mensajero fiel
de Dios, vino a verlo un día.
"He conocido, le dice,
tu singular devoción,
y en prueba de mi afición
a hacerte vengo felice.
"El grande Alá te destina,
de tus virtudes prendado,
a ser imán consagrado
de la Meca y la Medina.
"Pero tienes que prestar
en mis manos juramento
de que ni por pensamiento
a mujer has de tocar.
"Sólo por reja has de verlas,
y esto no frecuentemente;
has de vivir castamente
y ni siquiera has de olerlas."
El joven queda encantado
de escuchar su gran fortuna,
y sin reflexión ninguna
jura lo que han mandado.
Dignidad tan lisonjera
ocupa toda su mente,
sin pensar en que imprudente
ha jurado una tontera.
Es hecho imán y el contento
sobretodo se le aumenta
al tomar la gruesa renta
que le dan en el momento.
Mas tanto brillo y honor
y puesto tan elevado,
por más que lo había jurado,
no puede estar sin amor.
El bello Azolán sentía
siempre por la madrugada
que la cosa era apurada,
y su engaño conocía.
La hermosa Amina encontró,
y en amor arde por ella,
y la preciosa doncella
de él también se enamoró.
"Adios Meca, adiós Medina,
adios servil dignidad,
quiero mi felicidad,
dice, en mi aldea, con Amina."
El arcángel san Gabriel
baja del cielo rabiando
al ver lo que está pasando
con su musulmán infiel.
Éste le dice: "Ángel mío,
mirad mi querida, os ruego;
y, si podéis, decid luego
que refrene mi albedrío.
"Os habéis de mi burlado;
nuestro trato es mi suplicio;
tomad vuestro beneficio,
que a Amina quiero a mi lado.
"Mahoma a los elegidos
el amor no les prohibió,
y además les prometió
placeres indefinidos.
"Con Aminas a montones
en premio de su creencia,
yo alabaré su prudencia
pues nos concedió esos dones.
"Con la misma devoción
os serviré siempre fiel;
por tanto, volveos, Gabriel,
y a Alá decid mi intención.
"Pues tan decidido estoy
no sólo a dejar mi empleo,
mas ni ir al cielo deseo
si con mi Amina no voy".
Diz la historia que mohino
al cielo Gabriel volvió
y que no se metió
en ofrecer más destino.
Voltaire
Fotografía: Riza-yi Abbassi (siglo XVII)
12 comentarios:
He leído alguna reseña sobre la obra i el pensamiento de Voltaire, y me quedo con la idea de que:
"Voltaire, de creencia deísta, como muchos otros filósofos de la Ilustración, no irá más allá en su acercamiento al Islam; él sólo veía en Mahoma a un hombre poderoso que había fundado una religión y no, como los musulmanes, a un profeta.
A lo largo de su vasta y a menudo admirable obra, Voltaire se rectifica y se contradice (poco y generalmente en apariencia). Su odio a la figura de Jesús se atenúa conforme entra en la vejez. Su apreciación de Mahoma como líder y fundador de "una religión sabia, severa, casta y humana", se contrapone a un persistente y general rechazo a su figura y a las prácticas extremistas de ciertos grupos musulmanes."
Tu sabes mucho sobre él y le admiras, lo sé. No conozco su filosofía lo suficiente, pero intento aportar algo sencillo a tu blog.
Gracias.
en esta entrada Josefina, no se trata de Voltaire, más bien me intersa la historia de Azolán... no pretendo nada más. De Voltaire se más bien tirando a nada, cariño a través de persona interpuesta, exclusivamente.
Pilar:
¡Qué gracioso Voltaire! El poema, como todo lo que haces, me ha parecido un hallazgo. Y siempre estas fotos, cuadros, ilustraciones etc. que me atrapan los ojos.
Besos, criatura.
Ya lo he captado, gracias.
Me sorprende la traducción, parece que hubiera sido escrita en castellano.Un abrazo
Conchita:
Voltaire
CUENTOS COMPLETOS EN PROSA Y VERSO
Edición de Mauro Armiño
Traducciones de M.Armiño y M. Dominguez
Circulo de Lectores
Azolán ha preferido el amor, sexual, biológico, compañero y cómplice, a la solitaria felicidad del alma, a lo sublime. Es un ser humano...
prefiere también Azolán, la sinceridad, la honradez frente a la hipocresía, ¿no crees Barbazul?
Me enamoré de Azolán...y me gustó leer mucho esos versos. un abrazo.
Releo tu entrada y pienso en Azolán. Creo que no lo reflexionó bien y se dejó llevar por otros deseos mundanos, los de ser "importante personaje" dentro de la estructura de una religión y, al no tener el don ni las condiciones precisas para ser fiel a la instancia hecha por Gabriel, sólo posible para seres elegidos para transitar por la vida con un inefable amor que llene su alma, fué realmente sincero y obró sin hipocresía. Pero es una opción y tan respetable es ésta como si hubiera preferido vivir la otra.
En todo caso es una opción la que toma, tan respetable como la de
mucho me pregunto en estos días a partir de hechos públicos y privados, qué tan sustentables son los compromisos que asumimos, más allá de nuestra voluntad de cumplirlos, frente a la naturaleza humana, que a veces puede más....Quizás somos capaces de pequeños acuerdos, pero un compromiso mayor, requiere de una naturaleza menos vulnerable. Esto lo pienso más allá de un tema de ética o moral, simplemente atendiendo a nuestra esencia absolutamente terrenal, desde Adan y Eva en adelante.
Ay Pilar, ya se que mi comentario no va a ser muy poético, pero no crees que pasados unos meses, dejémosle un par de añitos, se arrepintió el pobre Azolán de su empalagosa decisión?
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