Cayó en manos de un autentico especialista que la sujetó suavemente por las alas y la atravesó certera y delicadamente con una aguja finísima, sin que ninguno de sus órganos vitales quedaran afectados. Aleteó desesperada, intentando liberarse de ese dolor y de esa sujeción que le impedía remontar el vuelo de nuevo,... fue inútil, acabó inmovil sobre una superficie de corcho, bajo la potente mirada de la lente de un moderno microscopio.
pfp
Fotografía: Bailarina, obra de Joan Miro
6 comentarios:
qué chungo no?
no quisiera ser mariposa ni ser atravesada por la aguja de un entomologo...
y en cambio Javi, todos estamos clavados por finísimas agujas que nos mantienen en un corcho y permanente observados.
Miró me haría dar muy pocos pasos pero si visita tu blog estoy dispuesta a admitir que a veces no está mal.
Tu texto es muy hermoso,preciso y doliente.
Un abrazo, Pilar.
javi te deseo sobre todo LIBERTAD,
es verdad Joaquim, que conforme pasan los años vas notando esas agujas que inmovilizan y duelen... a veces incluso la lupa escrutadora...
Gloria, me alegra que MIró te guste aunque de momento sólo sea en mi blog, pero plantate frente a sus lienzos, dejate empapar por su color y por sus pequeños trazos a puntos, a estrellas, dale una oportunidad, veras como te sugiere...
besos a los tres
Y todo porque queremos aprehender la belleza, sabiendo que es imposible. Pero a algo hay que aferrarse...
la belleza, no es mal sitio a donde agarrarse Barbazul
beso, también para tí
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