sábado, 26 de septiembre de 2009

finalmente el olvido


Fue aquella mañana. Al levantarse, los colores se habían desvanecido y su imagen se había difuminado...



Al fin, tal como le había asegurado insistentemente su psiquiatra, su recuerdo apenas era nada...





Fotografía: Obra de Gerhard Richter

9 comentarios:

kundry dijo...

Después de Diego Rivera, lleno de expresión y colorido, G.Richter me deja con el corazón en un puño.
Me imagino que tampoco recordaba lo que le había dicho el psiquiatra, ni le importaba lo más mínimo. Quizás fuera un sueño en blanco en negro y entonces al despertar volvería a percatarse de su imagen...

Josefina dijo...

Esa es la esperanza Kundry, porque es demasiado dura esta realidad que, desgraciadamente, existe... No podemos ni imaginar el olvido de todo y de uno mismo. El recuerdo teje nuestra historia y el vivir de cada día justifica de algún modo nuestro caminar por este mundo. Pero ¿olvidar?.
¿Porqué entonces haber vivido saboreando los sentimientos y afrontando las adversidades?, ¿porqué haber amado tanto?
!Ay! Clamo al techo de nuestro mundo...

javi duque dijo...

woody allen siempre sirve de ayuda:
http://www.youtube.com/watch?v=vhRTRbXxCas

peace y'all.

Joaquim dijo...

A lo mejor el oftalmólogo puede ser de ayuda.
Yo, por de pronto, me he ido a lavar las lentillas, antes de darme cuenta de que iba hoy.
¡Menuda terapia!
Buena semana a tutti quanti

GLÒRIA dijo...

Se estaba mirando en el espejo opaco que acababa de instalar Adriano. I élla sin darse cuenta. ¡ Maldito interiorista! Dio unos pasos hasta el cuarto de baño del servicio, entró y el espejo convencional le devolvió su imagen cotidiana. Respiró hondo y pensó que su imagen en el espejo opaco le estaba sugiriendo algo: Una fotografía en blanco y negro pintada por encima...Se encerró en su estudio y a estas horas aún sigue.
Besos de cristal.

Josefina dijo...

Ya se me ha pasado el disgusto...
Me adhiero al mal sueño, a Woody Allen, al lavado de lentillas, al interiorista que colocó el espejo, a lo que sea.
Gracias Pilar y gracias a todos por desdramatizar lo que no queremos ni pensar.

Esdedesear dijo...

Cuando hablo de esta posibilidad con mis hijos, les pido solamente que, en este caso, me traten como si fuera un bebe. Tengo la corazonada de que puede ser una etapa parecida a la de antes de imprimir huellas en la memoria. Porque eso es lo que somos una historia. Memoria y deseo. Un abrazo, Pilar.

pfp dijo...

sentado en la cama, sin ponerse todavía las zapatillas miró a través de la ventana, los chopos crecían a velocidad de vertigo o ¿es que hacía mucho que nos los miraba?... si, era eso, llevaba meses sin ver, solo le había visto a ella, meses sin poder pensar en otra cosa... al fin su recuerdo se difuminaba en una gama de grises mortecinos... El verde plateado de los chopos brillaba a un sol inesperado...

besos a todas/todos

Alfredo dijo...

No era un sueño, de pie en el espejo se tuvo que adivinar, acarició con los dedos el húmedo cristal pensando que quizás el vapor del agua caliente le estaba confundiendo, pero después de una primera limpieza su imagen reflejada seguía igual de desenfocada, era el futuro para aquella modista que había consumido su vista entre pespunte y pespunte. (y ahora es cuando entra Joaquín, con lo del oftalmólogo)

Abrazos