lunes, 7 de septiembre de 2009

the sunset of capitalism / el atardecer del capitalismo



THE SUNSET OF CAPITALISM / EL ATARDECER DEL CAPITALISMO

La historia de la humanidad transcurre por ciclos. Cada ciclo se caracteriza por un modelo social y económico determinado. Tras un largo tiempo, y generalmente cuando surgen nuevos agentes sociales que hacen evolucionar a la sociedad, el sistema, que no estaba preparado para ello, se queda atrás, envejece, se deteriora y muere.

Este proceso puede durar 100 años, a veces más, pero es inevitable. Es tan imparable como el paso del tiempo. Y así le ocurre al sistema capitalista. Está deteriorado, y está envejeciendo a pasos agigantados. Es insostenible y se ha quedado atrás respecto a la revolución tecnológica. Y además es un sistema que acrecienta las desigualdades e injusticias. Se diseñó para enriquecer a unos a costa de empobrecer a otros. El capitalismo está llegando a su inevitable fin en un proceso que quizás ninguno de nosotros lleguemos a ver finalizar, pero que culminará con la consecución de un nuevo modelo social y económico. Cómo sea ese nuevo modelo depende de nosotros.
Londres, una de las capitales financieras del mundo ha sido el escenario de una serie de debates y reuniones acerca de los problemas y causas que afectan al sistema. Con la crisis financiera como punto de partida, el corto documental The sunset of Capitalism ofrece un análisis sobre las herramientas que permiten el funcionamiento del sistema y sobre los problemas que causan en la sociedad.

La videovigilancia, la brutalidad policial y la sociedad Orwelliana a la que los individuos se ven sometidos, son algunos de esos agentes que están deteriorando el capitalismo. Es la historia de una sociedad que se derrumba y que mientras se hunde no para de repetirse: 'hasta ahora, todo va bien'. Una sociedad que se siente como Josef K, ese personaje de la novela de Kafka que una mañana es arrestado sin saber por qué, y al terminar la novela sigue sin conocer los motivos. La angustia es total.

Con la música como elemento conductor del documental, la ciudad de Londres es el escenario; la ciudad enjaulada alberga algo de esperanza y pensamiento disidente. Analistas económicos y políticos plantean alternativas y desenmascaran la verdadera cara de un sistema que nos engaña. Y que a pesar de ser conscientes del engaño, nos conduce a querer seguir siendo engañados cada vez más.

Gareth Pierce, abogada dedicada a los Derechos Humanos deja muy claro cuáles son las intenciones del estado: controlar y hacernos pensar que ese control es necesario para nuestra seguridad. Puede que algunos conozcáis a Gareth por haber representado a ex-presos de Guantánamo, o por representar a la familia de Jean Charles De Menezes, o quizás porque Emma Thompson hizo de ella en la película En el nombre del padre.

La idea que transmite el documental es positiva, hay muchas esperanzas. Estamos en un punto de inflexión en la historia y es un momento idóneo para el cambio.
Tras ver el documental, alguien dijo que estuvo a punto de derramar una lágrima pero que la rabia que sintió fue mayor y pudo con la tristeza. Cómo canalicemos esa rabia y esa tristeza es vital para lo que está por venir. Pero no olvidéis que lo mejor está por llegar. Siempre.


Paz y respeto
Javier Duque





11 comentarios:

Teresa G. dijo...

Si, efectivamente, la clave está en la canalización de la rabia o la tristeza, pero el sistema capitalista es tan potente, que ya se encarga de "descanalizar" todo lo "descanalizable".

Finalmente, quedan ciudadanos (o súbditos, en España) preocupados por el futbol, el desmembramiento del sacrosanto Estado, o lo "corruptos, inútiles y mangantes" que son los políticos y lo mal que lo hacen. Pero eso les aleja de cualquier actitud proactiva, y les sumerge en el "todos-son-igualismo" más desactivador. Eso ya le va bien al sistema, evidentemente. Mucha queja, mucho boquilla, pero a ver quien participa en la sociedad civil a a través de una asociación de vecinos, o de cualquier otra organización constructiva.

Adormecidos, anestesiados, vociferando contra el aire sin hacer nada, así veo yo a la inmensa mayoría. Mal lo veo, Javier.

GLÒRIA dijo...

Javier:
Enhorabuena por tu escrito tan lleno de buenas intenciones y, a la vez, exultante de juventud idealista. ¡Qué no te falte nunca! Es terrible entrar, sin apenas darte cuenta, en la fase del desencanto cuando compruebas la pasividad humana, lo mal administrado que está todo y cómo este desorden conviene a los capitalistas.
Yo sí recuerdo a Gareth y a Emma Thomson en "En el nombre del padre", película que me encantó.
Recibe mi afectuoso saludo.

Barbebleue dijo...

Si alguien predijo el fin de los ciclos económicos, el crecimiento sostenido, se equivocó como era de esperar. Las crisis, la recesión, son consustanciales al sistema capitalista; son parte integrante y diría que necesaria, y por otro lado, nada novedosas. Tal vez la asimilación de excedentes o el reciclado de los residuos económicos. No creo que eso afecte a la supervivencia del sistema, ni siquiera lo pone en entredicho, sino que lo acaba absorbiendo. Ese cambio ni lo atisbo…

La solución, como se ha demostrado, no consiste en la socialización productiva. Ya se ha demostrado ineficaz; todavía lo es. Y mucho menos la limitación de la actividad y propiedad privada. Esto es ir contra la propia naturaleza humana, enormemente individualista y genéticamente anárquica, además de profundamente egoísta. La iniciativa, el motor de supervivencia evolutiva, no puede ser nunca obviada si queremos resultados positivos en términos económicos y de bienestar.

Otra cuestión, superpuesta a la anterior, es la crisis financiera, el estallido de la burbuja de la avaricia superlativa con el consentimiento informado de los poderes públicos. Aquí reside, a mi entender, el meollo, sencillamente porque refleja el gran mal de fondo: el Crepúsculo de la Democracia. El poder de la sociedad organizada, en sus tres clásicas vertientes, asaltado por los grupos económicos de presión (lobbies) con la anuencia del contrapeso crítico del poder en una sociedad libre: la prensa. El llamado cuarto poder fulminado por desistimiento y complicidad, fuertemente fanatizado, actuando como mamporrero de la autoridad (siempre provisional) y adormecedor del espíritu crítico de una sociedad sana. El poder corrompe ergo el poder absoluto corrompe absolutamente. Con esto conviene ser intransigente.

Y siendo más peligroso, y eficaz, el atontamiento que la vigilancia, la Policía, al menos en nuestro país, no pinta nada. Han pasado de tontos útiles de la dictadura a diana de las hordas nihilistas que ahítas de aburrimiento y falta de valores, compromisos y futuro, alegran nuestras madrugadas (véase Pozuelo)

Por lo demás, felicidades por el trabajo. Siempre es conveniente pensar, eficaz trabajar,
saludable criticar, y necesario tener esperanza.

Esdedesear dijo...

Como no puede ser de otra manera estoy de acuerdo con el planteamiento del problema de Javi Duque y totalmente de acuerdo con el análisis de Barbebleue. Todo está dicho y redicho. Lo importante es saberlo y pasar de una vez de la culpa a la responsabilidad. Digo lo mismo de siempre,es preciso hacerse las preguntas kantianas ¿qué puedo conocer?, ¿qué puedo hacer?, ¿que me cabe esperar?. Un abrazo.

Joaquim dijo...

Lampedusa.
No puedo y no sé, añadir nada más.

javi duque dijo...

Bueno, la intención del documental y del texto de presentación es no sólo poner en duda la capacidad del capitalismo como sistema económico-social capaz de seguir funcionando, si no plantar cara a todos aquellos abanderados del 'pensamiento único'.
Pretende darle una patada en el culo a los fundamentalistas que ciegamente creen en el Dios Mercado.
Quién le hubiera dicho a Julio César que su Imperio Romano caería, o a Bizancio.
¿Quién hubiera dicho que el Medievo sería una página más en un libro de historia sobre la organización social y económica?
Pero la verdad es que están todos muertos (afirmación existencialista). Y sus imperios bien caídos. Y la realidad de hoy en día es bien distinta respecto a aquella que seguramente en su día se concebía como perfecta y única. Aquella realidad que probablemente muchos concebían como eterna.
Y así ocurrirá tarde o temprano con el capitalismo. Nosotros estaremos todos muertos y la realidad será bien distinta dentro de 100 o 200 años. Y seremos una página más en el libro de historia.
Sí, las crisis económicas son parte del sistema capitalista. Pero también son un claro síntoma de que no funciona bien. Y eso será lo que acabe con el sistema tarde o temprano.
También era parte del sistema medieval tener al pueblo esclavizado y bien jodido, y eso fue precisamente lo que lo destrozó al cabo de unos cuantos cientos de años.
Lo siento, pero esos razonamientos no me sirven. Bueno, sí, me sirven para reafirmarme en mis teorías.
A pesar de que las cerradas entendederas de algunos fundamentalistas sean incapaces de entender otro sistema económico, este es posible y así será.
La historia nos da pistas... y se puede aprender de ella, entre otras cosas que no existe un sistema único. Que los cambios son necesarios.
Y a los escépticos también les diría que intenten ampliar un poco su cosmovisión geopolítica, si es que en su constante sentimiento de lamentabilidad se han planteado alguno. Es muy fácil decir 'nada se puede hacer' y no hacer nada. Pero aunque suene a tópico, la revolución empieza por uno mismo. Piensa global y actúa local.
El capitalismo tiene los días contados. Y como menciono en el texto, acompañado de cada cambio, siempre hay una 'revolución social', en este caso la tecnológica. Igual ocurrió cuando se inventó la imprenta.
Lo que pasa es que hay algunos que no se quieren dar cuenta de que el cambio está cerca y van a rezarle al Dios Mercado en la sección de economía de sus periódicos. Del mismo modo que los trogloditas Talibanes rezan a Alá cuando se dan cuenta que poco tienen que hacer en su guerra santa. Una guerra que no es otra que la misma ambición de poder que tienen los señores globalizadores.

Lo siento, pero no me lo trago.

Liverani dijo...

Javi: Es curioso cómo conjugas dos visiones de la historia: la de los ciclos, de Vico,del XVII, con una visión más progresiva, más ilustrada. Yo lo de los ciclos no me lo trago porque en historia nada vuelve al punto de partida. Eso es un ciclo: cuando las cosas vuelven a empezar. Si no, estamos hablando de otra cosa. Siempre se ha dicho que los periodistas no saben demasiada historia, ya sabes, una cuestión de privilegio gremial, pero no es cierto que el medievo se terminase porque los esclavos (que no lo eran) echasen abajo las estructuras. Resulta jodido pero si la Historia nos ha enseñado algo es que las revoluciones nunca funcionan desde abajo hacia las élites, más bien al contrario aunque luego sean los desfavorecidos los que salgan a la calle y luchen. Totalmente de acuerdo: hay otras maneras de gestionarse aunque sea complicado imaginarlas desde nuestra posición y más de acuerdo aún en que nos iremos y todo seguirá sin nosotros. Lo de piensa global y actúa local me parece otra estafa medianera porque el total normalmente es más que la suma de las partes y no creo que el capitalismo se derrumbe. El capitalismo se transforma. No hay que subestimar un sistema que ha sido capaz de hacer negocio con los símbolos de su propia oposición.

javi duque dijo...

Lo de las élites es evidente, y más hoy en día, que cada vez es más difícil diferenciar entre clases sociales.
Siempre he defendido que el cambio tiene que surgir de un sector de las clases acomodadas, como siempre ha sido en la historia, y luego expandirse al resto de estratos sociales para triunfar.
Los periodistas sabemos poco de todos los temas, así es. No solamente de historia, si no de econonomía, gastronomía y fútbol. Pero siempre estarán los expertos de cada materia ahí para corregirnos. Eso sí, cuando hablamos de un tema que dicho experto no controla, entonces sí servimos y nuestra palabra es definitiva. Privilegio gremial, estoy totalmente de acuerdo.
En cuanto a lo de los ciclos, bueno, a eso me refiero a que las cosas vuelvan a empezar. Claro que es una transformación evolutiva lo que ocurre con las distintas fases sociales que nos encontramos en la historia, pero en cierto modo es un retorno al principio de lo que se trata. Al menos esa es mi opinión y así la intento transmitir.
Por último, con lo del medievo, no dije que el pueblo era literalmente esclavo, si no que estaba esclavizado.
A parte de esto, tus opiniones ahí quedan, pero yo tengo otras que ya he expuesto anteriormente, así que tampoco me voy a repetir.

Liverani dijo...

Gordons: se ha puesto ud. demasiado grave y creo que éso sólo podremos resolverlo con unas Guinness cuando asome por Madrid.

javi duque dijo...

No, no... por mi no te cortes, debate todo lo que quieras eh. Cuanto más mejor.
Nada grave, quiero decir, lo que el tema requiere. Pero sin más.
Go on, please.

pfp dijo...

la cuestión es ¿seguimos tomando Guiness apalancados en la barra de un bar, discutiendo del tema?

¿seguimos votando o no, como autómatas, a los que se nos presentan como candidatos elecciones tras elecciones?

¿seguimos tragando sin pestañear, sin cuestionar, las noticias de los "medios"?

¿seguimos viendo , haciendola nuestra, inherente a nuestra civilización,la violencia,la guerra, la corrupció, la estupidez, la dejadez, la falta de criterio,de compromiso, la falta de responsabilidad, la avaricia...?

¿estaremos asistiendo, a una de esas páginas de la Historia de las que hablas Javier, al crepúsculo del capitalismo, de la democracia, del ser humano occidental, occidentalizado?

podemos seguir hablandolo en la barra de un bar, agarrados a una Guiness, ¿porque no? a lo mejor duele menos...