lunes, 30 de marzo de 2009

tres, (mirando hacia arriba)


Aquella noche también llegó tarde a casa y también pasada de alcohol, se tiró a la cama rendida, comatosa, sin siquiera quitarse los zapatos, al cabo de unas horas de sueño profundo, le despertó bruscamente un golpe metálico en la cabeza, al abrir los ojos encontró entre sus brazos el objeto causante... dio un respingo en la cama y un poco asustada se incorporó sobre la almohada... en cuanto se le aclararon la vista y las ideas, se levantó y fue derecha a las aspirinas, dos de golpe -esta vez era terapia, tenía un dolor de cabeza espantoso-.


...



La tostadora era enorme, cuadrada, todavía conservaba cierto brillo de aquellos aceros inoxidables de los años sesenta, pero lo que le sedujo de ella fue la gran abolladura que obstentaba al otro lado del negro y grueso cordón eléctrico. El chatarrero que le vendió el trasto no sólo le aseguró que funcionaba sino que le hizo una demostración práctica; una tostada y luego un té que compartieron charlando sin prisas, -esto señorita, son "cosas que pasan", alguien tiene un pronto y¡¡ zas¡¡... la tostadora, la cafetera, una puerta, cualquier cosas es buena para descargar energía negativa, si, sale más a cuenta que unas sesiones de terapeuta añadió ella. Se tomó el té y la tostada, pagó y prometió volver en breve, había allí montañas de cacharros por descubrir. Subió de nuevo al autobús con la tostadora en brazos, envuelta en un periodico viejo.


...



Recogió la tostadora de encima de la cama y con ella en brazos entró en la dimunita cocina de su apartamento, buscó a derecha e izquierda donde dejarla, no le cabía, tendría que quitar el microondas o la licuadora gigante que nunca había utilizado... se giró hacia el salón otra vez, y en apenas tres segundos encontró el sitio, retiró con un codo la lámparita de mesa con pantalla verde berza, y dejó sitio a la enorme tostadora, desenchufó la lámpara y la dejó en el suelo, enchufó el grueso cable negro de la tostadora y retrocedió mirando despacio su nueva adquisición... Fue entonces cuando recordó a Duchamp y su "urinario"... ¡por fin lo entendía¡ y ya sin ninguna duda , decidió elevar de categoría a la tostadora y convertirla en "arte contemporáneo" con cable y todo, conectada a la red.


Volvió a la cama otra vez, se abrazó a la almoahada mucho más tranquila, y decidió dormir hasta las tantas...





Fotografía: obra de Wiliam de Kooning


5 comentarios:

tag dijo...

Pilar,

por esos misterios del ciberespacio, me aparece en mi blog que has puesto el cuatro, pero no lo puedo ver.Me remite otra vez a este.

Cuando lo pueda leer, te lo digo, comentandolo.

Lo de la tostadora antigua que ha comprado y piensa elevarla a la categoria de arte comtemporaneo, ummm, que me estas dando ideas.

Un beso

tag dijo...

Ahora, en este momento ya lo puedo ver.
¿era problema mio solamente?
¿o era general?
lo digo por revisar mi equipo, si solo me pasaba a mi.
Pilar ¿estas ahi? ¿me escuchas,porfa?

Como pasas de mi.... me lloro

pfp dijo...

¿pero como voy a pasar de tí Teresa, si eres una alegría?

que estoy un poco liada, nada más y por la noche hace mucho sueño. El problema fué mío que toqué una tecla antes de tiempo, la informática y yo subsistimos juntas por medio del cariño mutuo, porque yo soy un "cesto", y ella no me dá muchas facilidades.

Me encantaría que hicieras el slide de Taaffe, ¡animate¡, y ni sueñes que te olvido. Besos

tag dijo...

Pues lo tengo hecho. ¿sabes?

No ha quedado todo lo bien que me gustaria, porque he tomado las fotos de internet y son un poco pequeñas.Pero esta pasable.
Mañana lo pongo,ahora me voyalacama
que tengo sueño.
Bona nit

glòria dijo...

Ayer no pude entrar y hoy me tocan dos capítulos seguidos. Me voy volando al siguiente.
A mi también me ha gusta mucho, como a Tag, lo de la tostadora hecha obra de arte. Me encanta lo viva que está tu protagonista pese a ir "pesada" o ""comatosa". Es un texto que desprende Verdad.
Besos, pilar.