Imposible que Schiller, en 1785 cuando escribió en Dresde la Oda a la Alegría, el poema que es actualmente el Himno de la Unión Europea o Wagner a mitad del siglo XIX, cuando estrenó sus dos primeras óperas en el monumental Teatro de la Corte de Dresde construido por el arquitecto Gotfried Semper, pudieran imaginar que esta magnífica ciudad bautizada como la Florencia alemana pudiera quedar solo un siglo después, el 13 de febrero de 1945 literalmente arrasada, abrasada, reducida a ruinas a consecuencia de 3.000 toneladas de bombas explosivas e incendiarias que liquidaron sin piedad y en menos de 24 horas a 35.000 personas, además de a miles de heridos y refugiados, huidos del avance del Ejercito Rojo en el este.
Las bombas de fósforo o incendiarias extendían una gran cantidad de material incandescente que abrasava todo lo que encontraba a su paso. Su efecto no era explosivo sino abrasador, quizas sea este el motivo por el cual muchas de las estatuas ornamentales que se conservan, tengan un color negro calcinado.
Al repartirse Alemania las potencias aliadas, Dresde quedó dentro de la RDA. La mayoría de los restos de la ciudad antigua desaparecieron. Ruinas del Dresde barroco, fueron dinamitadas, pocos edificios antiguos quedaron para la posteridad.
Las autoridades socialistas reconstruyeron el palacio Zwinger, la Catedral católica Hofkirche y el teatro de la ópera, Semperoper.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la Reunificación alemana, se acometió con una fuerte inversión la restauración de edificios representativos que permanecen como emblemas del patrimonio nacional.
En el año 2005 se culmina la construcción de la Fraunkirche, iglesia que se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción de la ciudad.
Fotografía: detalle ornamental del edificio Semperbau de Zwinger
8 comentarios:
Ni siquiera la belleza puede con las bombas, espero que ese programa de reconstrucción que han emprendido las autoridades alemanas le devuelva a Dresde la mayor parte de ese esplendor perdido...
Precioso este recuerdo a la hermosa ciudad, capital de Sajonia.
Munich, como debes de saber, quiso también ser una Florencia por voluntad del rey Ludwig II y la ciudad bàvara alberga una reproducción de la loggia y otra del Palazzo Pitti florentinos.
Gracias Pilar.Un petó.
Si hay algo que me duele muchísimo es la barbaridad que se cometió contra las ciudades alemanas y esa permanente herida que aún en ellas se percibe.
Ese come era, como lo dejaron y lo que estamos haciendo, sigue provocándome un inmenso dolor. No lo puedo evitar.
Ya sé que no tiene mucho que ver con esta entrada, pero para tus anteriores entradas sobre el arte en general me parece muy apropiado sacar a la palestra el coloso de Goya, que ya no es el coloso de Goya. O sea que cuando nos damos cuenta de que una gran obra de arte, es una falsificación o simplemente un error mantenido en el tiempo y que a partir de un momento la obra sigue siendo la misma pero como la firma dice digo en vez de diego... ya no tiene valor ni aprecio...
hablaremos del gobierno aunque no toque Kundry.
Los historiadores de Arte junto con los conservadores y restauradores tienen nuevas tecnicas de investigación y lo que se pretende y es su obligación, es otorgar la autoría real a las obras de arte y con la nuevas tecnologías tienen muchos más elementos de juicio. No creo que se trate de quitar valor a una obra pero si clasificar la autoría correctamente.
Solo he leido una pequeña reseña de la noticia, y parece ser que hay clara división de opiniones entre los expertos. Así que no va a ser sencillo.
Sea de Goya o no a mi personalemnte como creo que a la mayoría de gente no va a dejar de gustarme e interesarme
No estoy nada seguro de que a la mayoría de la gente le va a seguir interesando, ni siquiera gustando como antes, si se confirma que es de un desconocido en vez de Goya.
Digo.
no dudes que tendrá otra mirada, quizás más inteligente más curiosa a lo mejor hasta gana adeptos...
Gloria tengo pendiente Munich y muchas ganas de visitarla.
Ximo, a mi también me puede cuando voy a Alemania el echar la vista atrás y pensar en toda la bestialidad que se cometió, los unos y los otros no quiero comparar ni hacer valoraciones ... como se puede llegar a ese punto y no escarmentar de tanta guerra
No dejes de visitar Munich Pilar. Estaria bien una excursión operística "un día de estos", la oferta es amplísima y excelente. Como nos lea uno que conocemos nos monta un fin de semana en un plis plas.
La ciudad una joya (restaurada claro).
Otra maravilla es Nuremberg, pero ahí la huella de la barbarie hace muchísimo daño. En ninguna otra ciudad, de las que conozco, he visto tanto aquello de "así era, esto es lo que nos hicieron y mira lo que nos cuesta". TERRIBLE
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