martes, 30 de noviembre de 2010

Diana y Calisto


En la última década de su vida, Rubens abordó varias escenas mitológicas con gran carga sensual, inspiradas en los textos clásicos que frecuentaba. En este cuadro se narra el momento en que la ninfa Calisto teme desnudarse para no delatar su embarazo durante el baño con sus compañeras en el monte Ménao. Como sus compañeras, debía haber permanecido casta, pero fue seducida por Júpiter, traicionando con ello la confianza de la diosa Diana.
En el cuadro podemos observar a Diana conducida al baño por una sirvienta negra en el momento en el que descubre el embarazo de Calisto y como dirigiéndose a ella con sus brazos abiertos la perdona y la acoge comprensiva.
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Fotografía: Diana y Calisto. Óleo sobre lienzo, 202,6 x 325,5 cm. Obra de Rubens documentada por primera vez en 1666 cuando colgaba en las paredes del Alcazar de Madrid.
ps: podéis clikar la foto para verla con más detalle.

domingo, 28 de noviembre de 2010

fortuna

La Fortuna

Apoyada sobre una esfera, parece navegar por el mar. La diosa puede traer la dicha o la desgracia, dualidad que muestra el pintor en el contraste entre la calma y la tempestad. Alude a la incertidumbre que resulta de las pasiones.


Fotografía: Óleo sobre lienzo, 182,3 x100,5 cm.Taller de Rubens.
Realizada para el conjunto de pinturas que encargó Felipe IV con motivo de la decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velazquez. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas de las cuales Rubens tomaba habitualmente inspiración. Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.



RUBENS. Museo Nacional del Prado. 5 noviembre de 2010 - 23 enero 2011





jueves, 25 de noviembre de 2010

y art. 45



Art. 45. Cuál es el poder del alma respecto a sus pasiones


Nuestras pasiones no pueden tampoco ser excitadas directamente ni suprimidas por la acción de nuestra voluntad, pero pueden serlo indirectamente mediante la representación de las cosas que tienen costumbre de ser unidas a las pasiones que queremos tener, y que son contrarias a las que queremos rechazar. De manera que, para excitar en sí mismo el atrevimiento y desterrar el miedo, no basta tener voluntad de ello, sino que hay que dedicarse a examinar las razones, los objetos o los ejemplos que persuaden de que el peligro no es grande; de que hay siempre más seguridad en la defensa que en la huida; de que se tendrá la gloria y la alegría de haber vencido, mientras que no se puede esperar más que pesar y vergüenza de haber huido y cosas semejantes.
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Las pasiones del alma. RENÉ DESCARTES
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Fotografía: obra gráfica de Luis Feito

martes, 23 de noviembre de 2010

art 105


Art. 105. En la tristeza

En la tristeza los orificios del corazón están muy contraidos por el pequeño nervio que los rodea,y la sangre de las venas no está nada agitada, por lo cual acude muy poca al corazón; y no obstante, los pasos por donde el jugo de los alimentos va del estómago y de los intestinos al hígado permanecen abiertos, y ello hace que el apetito no disminuya, excepto cuando los cierra el odio, que suele ir unido a la tristeza.




Las pasiones del alma. RENÉ DESCARTES.



Fotografía: lunares, grabado 76 x 56 obra de Luis Gordillo



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ps: Joaquim, ya ves que no es para tanto, unicamente que a lo peor engorda. Besos criatura


domingo, 21 de noviembre de 2010

art. 115


Art. 115. Cómo hace enrojecer la alegría.


Así la alegría hace el color más vivo y más bermejo, porque abriendo las esclusas del corazón, hace que la sangre acuda más aprisa a todas las venas, y porque ésta, tornándose más caliente y más sutil, infla ligeramente todas las partes del rostro, lo cual le da un aspecto más alegre y animado.


Las pasiones del alma. Segunda parte. RENÉ DESCARTES
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Fotografía: Obra de José Maria SICILIA. Les Orifices XXV ( Paphiopedilum), 2000, lithographie et monotype, 10/37, 112 x 82 cm.

viernes, 19 de noviembre de 2010

art. 104

Art. 104. En la alegría.


En la alegría más que los nervios del bazo, del hígado, del estómago o de los intestinos, los que actúan son los que se encuentran en todo el resto del cuerpo, y particularmente el que está en torno de los orificios del corazón, el cual, abriendo y dilatando estos orificios, permite que la sangre que los otros nervios expulsan de las venas hacia el corazón entre en él y salga en mayor cantidad que de costumbre; y como la sangre que entra entonces en el corazón ha pasado ya y vuelto a pasar varias veces por él, habiendo ido de las arterias a las venas, se dilata muy facilmente y produce espíritus cuyas partes , muy iguales y sutiles, son propias para formar e intensificar las impresiones del cerebro que dan al alma pensamientos alegres y tranquilos.



Las pasiones del alma. Segunda parte. RENÉ DESCARTES.

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Fotografía: obra de Jose Manuel Ciria


miércoles, 17 de noviembre de 2010

art. 123

Art. 123. Por qué la tristeza no produce desmayo.



Parece que una gran tristeza que sobreviene inopinadamente debiera contraer los orificios del corazón de tal modo que pudiera también apagar su fuego; pero no se observa que ocurra así, o , si ocurre es muy raramente; yo creo que esto se debe a que dificilmente pueda haber en el corazón tan poca sangre que no baste para mantener el calor en él cuando sus orificios están casi cerrados.



Las pasiones del alma. Segunda parte. RENÉ DESCARTES





Fotografía: Concepto spaziale, La fine de Dio, La Genesi. obra de Lucio Fontana


lunes, 15 de noviembre de 2010

recuerdos



así tenía los recuerdos


amontonaditos


como leños cortados y apilados cuidadosamente


en un orden razonable


toda una vida


ya





Fotografía y texto: pfp




martes, 9 de noviembre de 2010

the Turn of the Screw


The turn of the screw, (La vuelta de tuerca), tercera ópera de cámara compuesta por Benjamín Britten para el English Opera Group, fue estrenada en la Fenice de Venecia en 1954. Basada en una novela de Henry James cuyo fin era crear una "atmósfera del mal" y cuya interpretación final se deja al lector.
Britten y Myfanwy Piper potenciaron aún más en la música y el libreto la ambigüedad entre fantasía y realidad. A la incertidumbre del contenido le corresponde paradojicamente una construcción formal muy rigurosa: ocho pequeñas escenas en cada uno de los dos actos, unidas mediante interludios instrumentales a modo de Variaciones de intensidad creciente, cuyo Tema es la primera escena. Cada una de las Variaciones refleja una nueva vuelta de tuerca musical en una vorágine psicoterrorifica de consecuencias imprevisibles.
La partitura, interpretada por una reducida orquesta de trece músicos reproduce una atmósfera espectral y acompaña las voces de los inclasificables protagonistas dándoles un matiz espectral, sobrenatural, a cada uno ellos.


Fuente del texto: Programa de mano. Teatro Real, Madrid
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Fotografía: obra de Arthur Haden


jueves, 4 de noviembre de 2010

el beso, de federico


Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
una a una
dos a dos
y tres a tres.
¡Oh, duro marfil de carnes invisibles!

Vals en las ramas -Federico García Lorca-
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Exposición Dalí - Lorca y la Residencia de Estudiantes. Hasta el 6 de Febrero de 2011. CaixaForum Madrid
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Fotografía: El Beso. 1925 obra de Federico García Lorca

miércoles, 3 de noviembre de 2010

por la abolición del asesinato legal



Aunque la pena capital no tiene carácter disuasivo, no protege a la sociedad, ni repara el daño que el criminal le causa, miles de hombres y mujeres esperan su ejecución en las cárceles de medio mundo

BERNARD-HÉNRI LÉVY El País 17/10/2010
Está el caso de Sakineh Mohammadi Ashtianí, por supuesto, condenada a la lapidación, que lleva cuatro años esperando saber -lo mismo que otros 23 iraníes, hombres y mujeres- si será ejecutada y cómo.

La condena a muerte no es una pena, sino un crimen. No es un acto de justicia, sino un acto de barbarie
Decía Maimónides en el siglo XII: "Es mejor absolver a miles de culpables que ejecutar a un solo inocente"
Está el caso de Teresa Lewis, una norteamericana de la misma edad condenada, como ella, por complicidad en el asesinato de su marido (aunque, contrariamente a Sakineh, que, nunca lo repetiremos bastante, no es culpable de crimen alguno, su complicidad quedase probada, fuera reconocida por la interesada y, además, fuese objeto de una solemne demanda de perdón dirigida a la familia de la víctima). Está el caso de Teresa Lewis, digo, esa débil mental que parecía salida de una novela de Faulkner y cuya ejecución mediante una inyección letal, el 23 de septiembre, en Jarrat, Estado de Virginia, no conmovió demasiado al mundo.


Están, detrás de Teresa Lewis, los casos de otros 3.000 hombres y mujeres (¡3.000!, parece increíble...) que esperan en las penitenciarías de la democracia más grande del mundo la hora de ese asesinato legal anunciado a sangre fría y que, sin embargo, fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema en un fallo de 1972. Están esos 3.000 hombres y mujeres que mueren de no poder morir y cuya misma espera, su insoportable espera, es la repetición cotidiana, monstruosa, inexcusable, del suplicio que les ha sido prometido y que una parte creciente de la opinión pública sabe indigno del país de George Washington, John Kennedy y Barack Obama.

Están los casos de las decenas de miles de chinas y chinos que se encuentran en la misma situación (aunque, desgraciadamente, esto es menos sorprendente); y los de otros mil y pico ciudadanos chinos que, solamente durante el año 2009, fueron ejecutados de un simple balazo en la nuca -no sin que el precio de la bala fuese debidamente facturado a sus familias-.

Están los 107 condenados de los corredores de la muerte japoneses.

Están los ejecutados de Arabia Saudí, Yemen y Sudán.

En resumen, están los casi 100 países en los que, 30 años después de su abolición en Francia bajo el impulso de Robert Badinter y François Mitterrand, sigue vigente ese asesinato legal, que es el derecho que se arroga un Estado a quitarle la vida a algunos de sus súbditos o ciudadanos.
A todos ellos les hemos dicho y repetido, el pasado 10 de octubre, durante el Día Mundial de Acción contra la Pena de Muerte -instituido hace siete años por una agrupación de ONG, sindicatos y asociaciones de juristas-, que la pena capital no tiene ningún carácter disuasivo, que no repara el daño que el criminal causa a la sociedad y que no protege en absoluto a esta.
A todos ellos hemos intentado recordarles el implacable e impecable razonamiento de Robert Badinter, a la sazón ministro de Justicia, en su gran discurso del 17 de septiembre de 1981: la pena de muerte, al margen de que su principio es filosóficamente insostenible, reposa sobre un imposible postulado de culpables "totalmente responsables" y jueces "absolutamente infalibles".
A los demócratas norteamericanos, en particular, les hemos presentado argumento sin réplica posible, o que, al menos, deberían serlo: el caso de los condenados a muerte estadounidenses que las autoridades terminaron juzgando oportuno liberar (130 desde 1972), o, peor aún, que ejecutaron para descubrir más tarde que, en realidad, eran inocentes (ocho, siempre en Estados Unidos, y en el periodo 1989-2004; por no hablar de ese chino, Teng Xingshan, ejecutado en 1989 por el asesinato de una mujer... ¡hallada viva en 2005!); a aquellos, sí, de entre los demócratas norteamericanos que le buscan tres pies al gato y se pierden en conjeturas sobre los riesgos que hace correr a las buenas gentes el juez que deja con vida a un criminal, les hemos opuesto el axioma de Maimónides: "Es mejor absolver a miles de culpables que ejecutar a un solo inocente".

¿Será suficiente?

¿Cabe la más mínima esperanza de ver, si no al mundo, al menos a esa parte del mundo de la que se espera que dé ejemplo, y que, de hecho, lo da, adherirse en este punto al círculo de la razón, que es también el de la justicia y que implica la adopción, al menos, de la moratoria recomendada por la resolución 62/149 de Naciones Unidas el 18 de diciembre de 2007, que determina que la pena de muerte es contraria al espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos?

La pena de muerte no es una pena, sino un crimen.

La pena de muerte no es un acto de justicia, sino un acto de barbarie.

Responder al crimen con el crimen, o a la barbarie con la barbarie, no coincide ni con la definición ni tampoco con el interés de los Estados.


Y es por estas razones por las que el combate contra lo que Camus llamaba la "pena irreparable" debe ser, en efecto, un combate mundial.


Por Sakineh, y en memoria de todos los demás, hay que militar por la abolición, en todas partes, de la pena irreparable.


El hecho de que la lapidación sea la forma más salvaje de esta pena no puede ni debe hacernos perder de vista la salvajada que implica la pena de muerte como tal.


Todo el resto no es sino hipocresía, cinismo, doble lenguaje y derrota asegurada del espíritu.






Traducción: José Luis Sánchez-Silva
Fotografía: Rojos, obra de Rothko






martes, 2 de noviembre de 2010

hipócritas

El Comité Internacional contra la Lapidación mantiene que autoridades del país han dado la orden para llevar a cabo la ejecución
La iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, cuya condena a morir lapidada en Irán ha desatado una oleada de indignación en la comunidad internacional, será ejecutada mañana, según el Comité Internacional contra la Lapidación. Las autoridades iranís han dado la orden para llevar a cabo la ejecución en la prisión de Tabriz, donde Asthiani cumple condena, explica la organización en un comunicado difundido en su página web.
El Comité Internacional contra la Lapidación ya había informado el pasado día 11 de que el hijo de Ashtiani había sido detenido por la policía iraní junto al abogado de su madre y dos periodistas alemanes que pretendían entrevistarle.
El Gobierno alemán confirmó posteriormente la detención de los dos alemanes, supuestamente un reportero y un fotógrafo, identificados por medios alemanes como periodistas del Bild am Sonntag, que fueron detenidos y encarcelados el pasado 10 de octubre en la ciudad iraní de Tabriz.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Brasil


Dilma Rousseff, mujer, brasileña, 62 años, se ha convertido hoy en la primera mujer presidenta del Brasil. Candidata por el Partido de los Trabajadores ha logrado el 56% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales.
En sus primeras declaraciones ha prometido luchar contra la pobreza, mantener la estabilidad y crecimiento económico, además de un compromiso con los derechos fundamentales y la igualdad entre hombres y mujeres.