martes, 24 de febrero de 2009

una extraña sensación




En cuanto despertó supo que algo extraño pasaba, no había abierto los ojos aún, cuando notó que una sensación rara se había instalada en su cabeza. Se sentó en la cama con los pies en el suelo y al bajar la vista para buscar las zapatillas, observó que sus pies estaban muy lejos, muy lejos, aún así realizó los mismos movimientos de búsqueda, como todos los días y se puso en pié con normalidad. En la cocina le pasó lo mismo cuando abrió el armario en busca del tarro del café, su mano parecía desplazarse una infinidad hasta coger el bote que curiosamente había retrocedido junto con el armario donde lo guardaba a varios cientos de metros. Se asomó a la ventana, los árboles de enfrente pelados por el invierno, alargaban también sus ramas hasta el infinito.... perpleja y medio mareada continuó como pudo su rutina diaria, tenía una sensación de asombro, de incredulidad que no le permitía pensar que era lo que le estaba pasando exactamente... todo se alejaba, todo se alargaba hacía fuera... pensó en llamar a alguien y pedir ayuda . .. y de pronto se dio cuenta de que la familia, los amigos y los conocidos eran apenas un puntito en su recuerdo también, muy lejos, muy lejos, muy lejos... no lograba verlos, no podía enfocarlos en su cabeza, apenas podía recordarlos con muchísimo esfuerzo...

La mañana fue pasando con dificultad tenía que acostumbrarse a las nuevas distancias... Después de apenas comer, probó a sentarse un poco, cerrar los ojos y reflexionar.... si, era como si esa noche un resorte de su cabeza le hubiera hecho salir proyectada a propulsión, como en un cohete espacial y anduviera en órbita viéndolo todo desde muy lejos, muy lejos.... en tiempos y distancias y espacios irreales, de ficción... la cuestión era ¿volvería de nuevo?
Fotografía: obra de Lucio Fontana

5 comentarios:

Barbebleue dijo...

Visto lo visto, casi mejor quedarse...

Anónimo dijo...

!Qué lejos están todos aquéllos que amamos un día, qué lejos los sueños, qué lejos lo que anhelamos con un puro corazón y qué lejos se nos va quedando la vida que fue la nuestra! Si, mejor no volver...

Titus dijo...

Me ha gustado mucho la historia, me ha traido recuerdos que también estaban muy lejos.

Anónimo dijo...

Pilarita, me parece que esta vez en vez de "poner en órbita" a los demás, la que está haciendo un recorrido por el espacio eres tu! No tengas prisa en volver...
Un besazo guapa!

glòria dijo...

Interesante relato, Pilar. Espero que no sea el último porque tiene la fuerza de cierto miedo, que a veces sentimos,remoto e incontrolado pero vivo.
Un abrazo y otro.