Entre las obras fundamentales de economía escritas en los dos últimos siglos, El Capital de Karl Marx ocupa un lugar destacado no solo por sus teorías que contribuyeron fundamentalmente al desarrollo de esta ciencia, sino por su influencia en el mundo contemporáneo.
El Capital es algo más que un estudio de economía, es una visión del mundo y su sociedad que no deja indiferente. Este contenido polémico pone en segundo plano gran parte de la teoría económica que se desarrolla luego en sus páginas.
Como economista, Marx debe ser considerado como un seguidor de la escuela clásica inglesa de economía política en especial de David Ricardo. De él tomó Marx su teoría del valor, de acuerdo con la cual el valor de una mercancía viene determinado por el tiempo de trabajo necesario para su producción. Y de este modo deriva la teoría de la plusvalía, con la que Marx pensaba haber demostrar científicamente la explotación de los trabajadores por los capitalistas.
Junto a elementos analíticos hay en la obra de Marx un aspecto de singular interés: su pretensión de haber descubierto la ley de desarrollo de la sociedad capitalista, analizando un proceso que culminaría con la destrucción de este modo de producción y su sustitución por una sociedad socialista.
De El Capital debe tenerse en cuenta que solo una de sus partes, (el libro primero) puede considerarse como una obra acabada y corregida por su autor. En el año de su muerte, 1883, no había terminado el resto de su obra, dejó sin embargo abundantes manuscritos sobre los que trabajó su amigo y colaborador Friedrich Engels.
El profundo análisis objetivo que ambos hicieron del sistema capitalista en El Manifiesto comunista refutó el concepto idealista de la Historia, manteniendo que la principal fuerza impulsora en el desarrollo de la sociedad no es la razón, no son las ideas sino las necesidades materiales, (la producción de valores materiales). Esta investigación de la fuerza motriz de la sociedad capitalista también arrojó luz sobre el pasado del hombre. Marx y Engels, demostraron que en el desarrollo de la sociedad como en el mundo de la naturaleza existen leyes objetivas independientes de la conciencia y la voluntad de los hombres.
Fotografía: Karl Marx
6 comentarios:
Me voy una semana y me encuentro casi un post por día... cuanto trabajo. No obstante veo que llego a tiempo para un tema interesantísimo.
Yo, también incluiría entre sus influencias directas a Maltus, por ser uno de los primeros economistas proféticos que no dieron en el clavo con su "Principio de la Población". También a Adam Smith por "La Riqueza de las Naciones", pero sobre todo a Hegel por la visión dialéctica de la história, gracias a lo cual, Marx acabará concluyendo que el motor de la historia es el conflicto de clases y analizará la historia de manera material como si de una ciencia exacta se tratara.
A pesar de la influencia hegeliana, a Marx no le gustaba la visión idealista de la teoría de éste. Es por ello que propone un cambio de la historia, tal y como el entendía que se había venido propduciendo hasta ahora (patricios-plebeyos, señores feudales-campesinos, amos- esclavos, capitalistas-asalariados...), de manera que esa pauta de comportamiento no se vuelva a repetir: "Los filósofos se han pasado toda la vida interpretándola. El objetivo es cómo cambiarla". Él propone la unión del propletariado.
¿Pero por que este cambio tan brusco?
Lo que no imaginaba, es que la plusvalía poco a poco no sólo se invertiría en nuevas tecnologías (el factor K), si no que se ha ido invirtiendo en la educación del propio trabajador (el factor L), concepto hoy conocido como "El capital Humano" (Kh). Del mismo modo, la aparición del Estado de Bienestar a proporcionado al asalariado con infraestructuras y sanidad que de otra manera no habría sido posible disfrutar.
Cierto es que si él no hubiese tirado la primera piedra quizás no se habría llegado a donde hoy hemos llegado. Es decir, los modelos de analisis de la economía (ya sean de una escuala u otra) han pasado a ser complejísimos que añaden un monton de variables.
No obstante, pienso que la idea de tratar a la historía de la humanidad como una ciencia exacta (de manera tan discreta y no continua) así como el tratar cambiarla con una revolución espontanea de todo el propletariado mundial (sin interné) era bastante aventurado, muy típico de economista y por qué no, de escritor de ciencia ficción.
Hoy lo tenemos más fácil para esa revolución espontanea y aquí estamos.
Perdón Malthus
Ya sabía yo que picaría mi economista predilecto. Besos mamá
cada vez esta mas vivo el tito karlos, ya te lo dije de camino a logronyo, remember?? (sorry pero estoy en la uni y aki no tenemos enyes y no podria escribir una noticia tal como la de rajoy hablando del desfile del pasado domingo, jeje)
muchos besos!
tambien sabía que harías señales de humo tú. Besos también para ti.
Exactamente: Marx es ciencia-ficción.
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