viernes, 6 de septiembre de 2019

historia de la humanidad





Era el mejor de los tiempos y el peor; la edad de la sabiduría y la de la tontería; la época de la fe y la época de la incredulidad; la estación de la Luz y la de las Tinieblas ; era la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación: todo se nos ofrecía como nuestro y no teníamos  absolutamente nada; íbamos todos derechos al Cielo, todos nos precipitábamos en el infierno. En una palabra, a tal punto era una época parecida a la actual que algunas de sus autoridades más vocingleras insistían que, para bien o para mal, se la tratara en grado superlativo. 

Historia de dos ciudades. Charles Dickens


Imagen : Toma de la Bastilla, gravado de época

4 comentarios:

Fackel dijo...

Bueno, es un párrafo aplicable a otras épocas históricas, a la nuestra, por ejemplo. Solo a posteriori se sabe cuánta luz y cuánta tiniebla reinaron en cada época y circunstancia, ¿no?

pfp dijo...

sin duda; dicen que de la oscuridad de un agujero negro brotó la vida y la luz; de las tinieblas ahora solo sospecho el mangoneo de unos pocos que no se sabe a donde nos llevan, y a la luz, la estupidez, la inoperancia, la incapacidad...No pido la guillotina, pero dios!, que les quiten el sueldo!

un abrazo, ciudadano Fackel !

Fackel dijo...

Y no obstante debemos conservar la calma, ser cautos y prudentes, relativizar, no reducir la dimensión de los problemas ni sobredimensionarlos, y no pedir peras al olmo. Lo digo siempre y me lo digo a mí mismo.

pfp dijo...

peras al olmo, no... habrá que esperar que la mediocridad de sus frutos... mediocres.