lunes, 13 de junio de 2016

Moses und Aron



Arnold Schönberg (Viena 1874- Los Ángeles,California1951), plantea en esta obra inacabada, una cuestión metafísica: ¿cómo podemos amar aquello que no podemos imaginar?. 

Moisés ha escuchado la palabra de un nuevo Dios que le ha pedido que libre a los israelitas de la cautividad egipcia. Moisés cree que este Dios está más allá de la capacidad de comprensión humana: hay que obedecer su voluntad simplemente porque es la Verdad. En cambio, su hermano Aarón adopta una perspectiva más práctica: los supersticiosos israelitas necesitan manifestaciones del favor divino antes de decidirse a seguir el camino.

Se trata de una escenificación del brutal e insuperable contraste entre la utopía y la realidad, entre lo inefable del ideal y su sujeción a la palabra. Aarón representa la belleza, y Moisés la verdad. 


La trama de la ópera gira alrededor del total antagonismo entre la religión del pueblo (que siempre posee una vertiente más o menos de idolatría) y la Verdad desnuda y pura (que  con frecuencia puede dar lugar a una peligrosa idolatración del concepto). En gran parte, Moisés y Aarón fue una respuesta provocativa a los movimientos antisemitas centroeuropeos y una expresión personal de su propia crisis de “identidad judía”. Schönberg, convertido al protestantismo en 1898, inducido por el clima antisemita y su profunda indignación ante los acontecimientos, abrazó oficialmente el judaísmo en 1933, el mismo año en el que Hitler tomó el poder.

Moses und Aron, una de las obras cruciales de la historia de la ópera contemporánea, radical en su lenguaje musical, encuentra sin duda en la puesta en escena  del vanguardista Romeo Castellucci, la idónea plasmación plástica, de este profundo debate.

Fuente del texto: Programa Teatro Real, de Madrid.

Música ARDIENTE Y CEGADORA ,como la zarza en la que se manifiesta EL DIOS a MOISÉS. EXTRAORDINARIA puesta en escena e interpretación.

pfp


Imagen. El becerro de oro. Obra de Damien Hirst




3 comentarios:

virgi dijo...

Damien Hirst no me gusta, pero que me sepas que he aprendido con tu post y que me gustaría mucho ver esta ópera.
Gracias y besos

Unknown dijo...

Me gusta Hirst y el texto. Me gusta Schönberg pero me resulta complicado. Cuando escucho "La noche transfigurada" pues eso, me transfiguro.

BesosPilar !

pfp dijo...

Me alegro, Virgi, que tras leer este pequeño texto sobre la monumental obra de Schönberg, te hayas interesado en ella . Te recomiendo que te hagas también con el libreto, fundamental para seguir la obra.

Hirst al margen de una estética que nos puede gustar o no, trasciende con alguna de sus obras su fama de artista comercial y pesetero....mmmmm,... debieramos revisar su obra.

Gloria, esta ópera es transfigurante!!!

abrazos a las dos