Alina Szapocznikow nació en 1926 en el seno de una familia judía, en Kalisz (Polonia). Creció mientras su país era ocupado por el ejercito alemán durante la Segunda Guerra, viéndose obligada junto a su familia a refugiarse en un gueto donde muere muy joven su padre. A los dieciseis años , fue deportada junto a su madre a Auschwitz de donde logra salir con vida.
Al acabar la guerra, comienza su formación como escultora, primero en la Escuela de Arte de Praga, donde desarrolla sus primeros trabajos en bronce y piedra en un estilo figurativo, y mas tarde se traslada a estudiar a París, allí recibe la influencia de artistas de la talla de Henry Moore y Giacometti, entre otros.Con los años da un giro a su creatividad y reconceptualiza radicalmente su escultura, ofreciendo al espectador su propio cuerpo moldeado y troceado, como protagonista principal de sus esculturas.
Su carrera, truncada por una muerte prematura a causa de un cáncer de mama, dejó un legado de objetos provocadores donde no solamente queda la huella de su memoria, sino también la de su propio cuerpo convertido en objetos que evocan sucesivamente, influencias surrealistas, un nuevo realismo, y un acercamiento evidente hacia el arte pop, convirtiendo también su obra sensual y reflexiva, en dura crítica sobre la banal comercialización del Arte.
"A través de las huellas del cuerpo trato de fijar en el poliester transparente los momentos fugaces de la vida, sus paradojas y su absurdo. Mi trabajo es difícil, pues la sensación experimentada de forma inmediata y difusa es a menudo rebelde a la identificación. A menudo todo está embrollado, la situación es ambigua, los limites sensoriales están borrados"
Alina Szapocznikow 1972
13 comentarios:
ufff! ésto sí es bio-escultura...
muestra una génesis atormentada y un resultado inquietante, con incrustaciones de pura provocación.
bio-besos
ps: los espermatozoides son prestados ¿no?
¡Qué interesante! Y no tenía ni idea de ella, iré también a documentarme más.
Gracias, Profe.
Además, la encuentro súper moderna.
Una biografía tan triste y una obra tan jugosa. ¿qué clase de asociaciones hay detrás? Esos colores suaves, alegres,me transmiten un optimismo imposible.
Un biquiño, Pilar.
Flores de carne y sangre. No es especialmente agradable pero, tal vez, esto no sea lo más importante. Tiene una gran fuerza, consigue herir la vista y hace pensar en esculturas creadas después de un crimen.
Como siempre, gracias, Pilar.
Y besos mil.
Nunca he sido especialmente sensible a la escultura,,,y siempre me acuerdo en mcuhas ocasiones de lo que dijo el ogro Oteiza refiriendose a Chillida: "Es un decorador".
Supongo que es una tara o que de petit la escultura de Espartero del Espolón, tan explícita y tan "decorativa" con aquellos leones donde nos hacíamos fotos me marcó la sensibilidad para siempre...Aún así, me gusta el Tàpies escultor. Y mucho.
petonets
"siempre me acuerdo en mcuhas ocasiones"...
sobra el "siempre" :)
y los convirtió en lámparas, barbazul, ya ves otra forma de dar a luz¡... ¡cómo son las artistas, no desaprovechan nada¡
Virgi, nada de profe, este blog es un cuaderno "de deberes" yo también aprendo con él, encantada además de compartirlo.
Conchita ese es el denominador común de todos los artistas de la exposición del Reina Sofía, las biografía de los artistas y su importancia y asociación (como bien dices) con sus obras.
las fotos de la obra que aquí he colgado querida Gloria,son las más pop,todas ellas tienen una carga satírica, de humor negro; no obstante más adelante y debido a su enfermedad, sus objetos se cargaron de una nueva violencia casi repulsiva.
y porqué no decorar nuestros recuerdos con esculturas?, con qué mejor?, yo también tengo una parcela de mis recuerdos okupada por aquellos leones que todavía hoy, siguen adornando fotografías infantiles...
barbazul, virgi, conchita, gloria, okupa, GRACIAS A TODOS Y BESOS
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