El viaje que emprendo es corto, a penas doscientos km separan el desierto donde se erige la ciudad de Abu Dhabi del otro a donde me dirijo. Hay quien piensa que todos los desiertos son iguales, pero no es verdad, son tan distintos entre ellos como las verdes praderas o las montañas lo son entre si. Cambia el color y la altura de sus dunas, los tesoros que guardan sus arenas, incluso su peculiar y escasa vegetación y fauna.
Al salir de la extensa ciudad de Abu Dhabi, casi me pierdo en la maraña de sus vías rápidas, flanqueadas todas de verde césped, jardines y palmeras datileras, irrigado todo de un calculado gota-gota. Sorteando cruces y rotondas, finalmente enfilo en la dirección del pequeño poblado, Hmmen, que no he logrado encontrar en mi GPS. La carretera es una recta de unos 150 km trazada a cartabón y escuadra, que cruza un desierto-desértico, plano y gris, como un inmenso lago desecado, a lo lejos arden las afiladas torres de los pozos petrolíferos, dejando en el cielo un rastro de humo negro y denso, el "oro" de nuestra civilización. Señales de reduccion de velocidad y semáforos avisan los anchos cruces, y la circulación de pesados camiones procedentes de los pozos que abastecen de ingentes cantidades de poder a los emiratís.
Poco a poco el desierto va cambiando de aspecto, el gris blanquecino queda atras con su cielo lechoso, y mientras el cielo cobra un azul intenso y luminoso, se eleva la superficie del desierto con pequeñas dunas doradas. Esbeltos camellos negros que parecen proceder de granjas cercanas, andan picoteando entre esmirriados palmerales, irrigados por kilometricos gota a gota que flanquean los anchos arcenes de la carretera, utilizados como vía alternativa de adelantamiento,
Llegado al fin al prefabricado y pequeño poblado de Hmmen, cercano al oasis de Liwa, enfilo hacia el interior del desierto, doce km de altas e impresionantes dunas rosadas y azules peinadas por el viento me llevan a mi destino; una bella noche en el desierto.
7 comentarios:
el viaje habrá sido corto pero parece otro planeta...
¡cuántas formas de Belleza!
par de dos, besos
en el mismo planeta, pero otro mundo!!!
otros dos pares, barbazul
Tus impresiones nos llegan impregnadas de una dorada y solitaria belleza.
Un cálido saludo.
me alegra, Sneyder, que así lo percibas...
gracias por tu compañía, siempre atenta, par de besos también para ti.
¿Cuánta inspiración -la necesites o no- para tus próximas pinturas. Fotografía bellísima que descubre un mundo insólito para mi y perfectamente reflejado por tí.
Besos, pilar.
¡Ah, el desierto, cuánto me atrae! No pienso perderme ni una de tus entradas.
Y la foto es fantástica.
Disfruta y besotes
Insólito y misterioso, Gloria, apabullante en su silencio!
Virgi, Gooria, besos
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