De las faenas caseras, algunas detestables, como fregar o planchar, la que más me gusta es tender la ropa. Siempre que lo hago , en la terraza desde la que se divisa la playa de altafulla, me quedo un trato mirando...
Luego, me pongo de mala hostia porque tengo que quitar el polvo...
Eso! no volvería jamás a recoger la ropa, a hacer la cena, a templar los ánimos... en fin, aprovechando el verano y que tenemos más tiempo, os dejo este enlace que me ha gustado mucho, vale la pena escuchar hasta el final! un beso PIlarita y buen verano a todos!
Es que lo peor de tender la ropa es que luego la tienes que recoger, y no sólo eso, hay que plancharla y colocarla en su sitio. Es totalmente normal que al tenderla pensara en escapar y emprender una nueva vida en la que sus modelitos serían también nuevos y mucho más animados.
Yo encambio , cuando he acabado de tenderla , quedo un buen rato mirádola fumándome un cigarrillo u otra cosa: es una espectáculo estético siempre cambiante y seductor...todo muy zen.Si me pusiese a pensar que hay que plancharla después, quitar el povlo, fregar la vajilla, barrer, pasar el mocho y preparar la cena...yo creo que me suicidaría tirándome de la terraza a la calle...
De todos modos hoy estoy subiendo el Tourmalet y no pienso en las miserias de la vida doméstica.
a mí de todas las taréas domésticas tender, no solo no me importa sino que me relaja, suelo hacer juegos de colores con las pinzas, y a veces pierdo el tiempo buscando la pinza adecuada con el color de la ropa. Es un secreto por favor no se lo contéis a nadie...
la ropa que cuelga en esta ventana está falta de color... no me extraña que se fuera
gracias Okupa, Josefina, Silvita,y Maac, besos a todos y cada uno
En casa aún se tendía la ropa en lo que aquí, en las casas, llamamos el “terrat” (el ¿”terrado”?), y recuerdo que mi madre hablaba de una “estética” a la hora de tender la ropa que a mí no sólo se me escapaba sino que incluso encontraba dicha estètica como una “poca-soltada”...
¡Qué poca gracia -según mi madre- tenía tendiendo la ropa una vecina de la calle de atrás y cuyo “terrat” daba frente por frente al nuestro!...
Yo me miraba ambos tendederos, y la verdad es que no conseguía ver la “mala sombra”a la hora de tender la ropa de la que hablaba mi madre, y resultó ser -al final lo comprendí- que la buena mujer, me refiero a la vecina, iba tendiendo las prendas a medida que las iba sacando del cubo: aquí y ahora, para empezar, un calcetín de un color, al lado una media, al lado otro calcetín distinto al primero, ahora una toalla... Es decir: sin ningún orden ni concierto...
Ya ves, Pilar (aquí siempre estoy tentado de ponerte, como Joaquim, “criatura”, y es que me encanta cuando te lo dice) a lo que me ha llevado a recordar esta postal: una, como diría Serrat, aunque admito que cogido con pinzas, de aquellas pequeñas cosas que todos tenemos en nuestros recuerdos.
Tengo cerca de mi mesa de trabajo en casa (lo de “trabajo” es un decir) una fotografía de mi madre, siempre sonriente, con la que, a veces, me da por hablar -e incluso discutir, no creas-, y me ha parecido que, al mirármela ahora, me decía que lo de tender bien la ropa no tiene “res de res de “poca-soltada”, noi!”
9 comentarios:
De las faenas caseras, algunas detestables, como fregar o planchar, la que más me gusta es tender la ropa. Siempre que lo hago , en la terraza desde la que se divisa la playa de altafulla, me quedo un trato mirando...
Luego, me pongo de mala hostia porque tengo que quitar el polvo...
Me pasaría la vida tendiendo.
Petons
Dejó la ropa tendida, cumplió hasta el momento en que ella misma consideró el último, y se fue...
Eso! no volvería jamás a recoger la ropa, a hacer la cena, a templar los ánimos... en fin, aprovechando el verano y que tenemos más tiempo, os dejo este enlace que me ha gustado mucho, vale la pena escuchar hasta el final!
un beso PIlarita y buen verano a todos!
http://www.ted.com/talks/brian_cox_why_we_need_the_explorers.html
ah, podéis poner subtitulos en castellano, o serbio...
Desconocida Sylvia: pongo tu enlace y mira lo que me contesta:
Oops! This page appears broken. HTTP 404 - File not found.
saludos
Es que lo peor de tender la ropa es que luego la tienes que recoger, y no sólo eso, hay que plancharla y colocarla en su sitio. Es totalmente normal que al tenderla pensara en escapar y emprender una nueva vida en la que sus modelitos serían también nuevos y mucho más animados.
Yo encambio , cuando he acabado de tenderla , quedo un buen rato mirádola fumándome un cigarrillo u otra cosa: es una espectáculo estético siempre cambiante y seductor...todo muy zen.Si me pusiese a pensar que hay que plancharla después, quitar el povlo, fregar la vajilla, barrer, pasar el mocho y preparar la cena...yo creo que me suicidaría tirándome de la terraza a la calle...
De todos modos hoy estoy subiendo el Tourmalet y no pienso en las miserias de la vida doméstica.
a mí de todas las taréas domésticas tender, no solo no me importa sino que me relaja, suelo hacer juegos de colores con las pinzas, y a veces pierdo el tiempo buscando la pinza adecuada con el color de la ropa. Es un secreto por favor no se lo contéis a nadie...
la ropa que cuelga en esta ventana está falta de color... no me extraña que se fuera
gracias Okupa, Josefina, Silvita,y Maac, besos a todos y cada uno
En casa aún se tendía la ropa en lo que aquí, en las casas, llamamos el “terrat” (el ¿”terrado”?), y recuerdo que mi madre hablaba de una “estética” a la hora de tender la ropa que a mí no sólo se me escapaba sino que incluso encontraba dicha estètica como una “poca-soltada”...
¡Qué poca gracia -según mi madre- tenía tendiendo la ropa una vecina de la calle de atrás y cuyo “terrat” daba frente por frente al nuestro!...
Yo me miraba ambos tendederos, y la verdad es que no conseguía ver la “mala sombra”a la hora de tender la ropa de la que hablaba mi madre, y resultó ser -al final lo comprendí- que la buena mujer, me refiero a la vecina, iba tendiendo las prendas a medida que las iba sacando del cubo: aquí y ahora, para empezar, un calcetín de un color, al lado una media, al lado otro calcetín distinto al primero, ahora una toalla... Es decir: sin ningún orden ni concierto...
Ya ves, Pilar (aquí siempre estoy tentado de ponerte, como Joaquim, “criatura”, y es que me encanta cuando te lo dice) a lo que me ha llevado a recordar esta postal: una, como diría Serrat, aunque admito que cogido con pinzas, de aquellas pequeñas cosas que todos tenemos en nuestros recuerdos.
Tengo cerca de mi mesa de trabajo en casa (lo de “trabajo” es un decir) una fotografía de mi madre, siempre sonriente, con la que, a veces, me da por hablar -e incluso discutir, no creas-, y me ha parecido que, al mirármela ahora, me decía que lo de tender bien la ropa no tiene “res de res de “poca-soltada”, noi!”
¡Un fuerte abrazo!
Publicar un comentario