Como podemos ver , en Viena no sólo se bailaba el vals.
El accionismo vienés aglutinó a un grupo de artistas
que pretendía liberar al hombre, de los impulsos reprimidos de la sexualidad y la agresividad, para reflexionar libremente sobre la existencia individual y colectiva.
Utilizaron en este sentido el cuerpo como arma de denuncia sociopolítica, mostrando en acciones de gran plasticidad, la visceralidad de la existencia.
"El arte corporal aparece hacia los años sesenta en Viena, frente al monopolio del arte oficial. Una serie de prácticas en el mundo implican al cuerpo como medio de comunicación: contestación de la sociedad, contestación antiburguesa, contestación del arte convencional. Diversas acciones que restituyen el cuerpo herido, mutilado, perturban nuestro sentido en lo más profundo de nosotros mismos. La fuerza de estas acciones reemplaza cualquier otro discurso del arte. El arte corporal se opone a una sociedad moral dominada por los poderes dictatoriales. Con el arte corporal reaparece la cuestión del cuerpo, última libertad de existencia. Este nuevo lenguaje pone en cuestión el mercado de los valores artísticos, como anteriormente fue puesto en cuestión por el movimiento dadá [...] La elección de esta manifestación nos lleva a plantear de nuevo la cuestión del cuerpo implicado como acción directa, como simulación de lo que día a día se experimenta en un mundo cada vez más violento."
J.Giraud y C. Lëveque, en el catálogo a la exposición Art Corporel. Maison de la Culture de Nevers (Francia) 1981
Fotografía: Self painting, Günter Brus
7 comentarios:
En los sesenta aún era posible escandalizar por medio del arte, lamentablemente hoy ya no es así, el sistema también ha absorbido el escándalo y cualquier acción que intente dar un toque de atención adoptando poses radicales se ve relegada a lo intrascendente, la rueda sigue girando impasiblemente. Por eso la ópera atrae tanto a los escenógrafos más radicales -que, por otro lado, no persiguen poner al descubierto las contradicciones de nuestra sociedad al modo en que lo intentaban estos vieneses que nos presentas-, y es que en la ópera gran parte del público es, todavía, ultraconservador, aunque presiento que estamos asistiendo a los últimos coletazos, también serán absorbidos,
hola maac, que pena que hayas cerrado el blog, espero que séa temporalmente. Por supuesto que aquí se queda, en el "pequeño formato" a la espera de que reinicies el día que tengas tiempo. Mientras por aquí te espero, cuando tengas ganas, te motive y te apetezca, un abrazo.
Gracias, ahora seguramente tendré más tiempo para hacer la ronda.
Querida Pilar:
Cada día me lo pones más difícil y también más interesantes. Esta obra es de las que me invita a un respetuoso silencio puesto que ningún comentario, por lo que a mi respecta, sería adecuado.
Un beso sobrio hoy,
Como siempre: interesantísimo.Pasearme por tu blog, es absorver conocimiento. Qué saludable!!
Besotes.
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