Y la ciudad, ahora, es como un plano
de mis humillaciones y fracasos;
desde esa puerta he visto los ocasos
y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
me han deparado los comunes casos
de toda suerte humana; aquí mis pasos
urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
el fruto que le debe la mañana;
aquí mi sombra en la no menos vana
sombra final se perderá, ligera.
No nos une el amor sino el espanto;
será por eso que la quiero tanto.
Jorge Luis Borges. "Buenos Aires", El otro, el mismo (1964)
Fotografía: obra de Carel Willink, Terraza con Hércules, (1940)
Esta entrada de hoy va para Alfredo, que no es gallego, pero creo que le gusta mucho la arquitectura. Con cariño.
8 comentarios:
A mí lo que me gusta es Borges.
Leía ayer a Borges: "tu ausencia me rodea..." y hoy vienes como una estrella a irradiar este poema para goce y sabor fuerte de quienes te seguimos de cerca.
!Afortunado Alfredo, hoy es primero para ti! Y como sabes, Pilar, estamos a la espera...
Y a mí me gusta la Escultura.
Alfredo, venga, unas palabritas, que Pilar te ha dedicado esta entrada con cariño y tu missing. Como dice Josefina "tu ausencia nos rodea..."
Este poema es de los que yo recito en voz alta para creerme que alguien puede haberlo escrito. No sería igual Buenos Aires, siendo mucho, sin este poeta enorme, como un oráculo de su ciudad.
También me gusta la obra. Para variar.
Un beso muy fuerte. Tus posts son luz.
Esta poesía tan bonita de Borges que desconocía y la terraza me recuerdan otra poesía barroca en la que se describe la Sevilla de hace tiempo y que aprendí de memoria cuando iba al colegio.
Canción a las ruinas de Itálica
Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fue; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente
de su invencible gente.
Sólo quedan memorias funerales
donde erraron ya sombras de alto ejemplo
este llano fue plaza, allí fue templo;
de todo apenas quedan las señales.
Del gimnasio y las termas regaladas
leves vuelas cenizas desdichadas;
las torres que desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre se rindieron
........
Amfortas
...Amor, quizás Espanto, todo eso y mucho más nos da Borges, tantas emociones en busca de su Aleph que fué lo primero que yo tuve, antes incluso de tener la Arquitectura.
Y mi cabeza, ahora es un plano con lineas de emociones, signos de alegría, esquemas de agradecimiento, cotas y mas cotas, que por tantas no consiguen delimitar mi pasión por el equilibrio.
Un abrazo muy fuerte.
Hoy, además de Gallego, también quiero seguir siendo valenciano
pido un lugarcito chiquito para mirar de cerca la cara de alegría de mi amigo Alfredo ante tan bonito homenaje, nada menos que Borges!!!! No saben Uds. todos... lo que yo quiero las diferentes tierras de España desde que estoy en el blog. Es incríble como uno se va encariñando con sus costumbres, con sus dichos, con sus imagenes, y con su gente!!!! Bueno, me voy porque el lugarcito que pedí, era chiquito, y lo he ido estirandoooooo... biquiños.
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