jueves, 6 de noviembre de 2025

De los Pekenikes a Kiefer






Kiefer comenzó a reincorporar la figura humana a su obra en 1995. En varias de sus obras se le ve tumbado en el suelo como si fuera un cadáver. 
En Las célebres órdenes de la noche (Die berühmten Orden der Nacht, 1997), Kiefer también se autorretrata como una figura solitaria yacente sobre un suelo reseco y resquebrajado bajo el inmenso manto de las estrellas. A Kiefer le fascina el firmamento nocturno y las diferentes interpretaciones que ha tenido a lo largo de la historia, especialmente aquellas que lo describen como un reino divino y misterioso que nos recuerda nuestros orígenes y nuestro destino.
La espiritualidad, explica el artista, consiste en conectar con un conocimiento más antiguo e intentar descubrir una continuidad en las razones por las que buscamos el cielo. 

https://www.youtube.com/watch?v=UkDjh7xopSk



4 comentarios:

Fackel dijo...

Quien más o quien menos hemos hecho alguna vez de Kiefer como modelo contemplativo del firmamento, que no de manejar las artes plásticas. Pero si me pones a Los Pekenikes me matas, eso me devolvería al universo perdido. Me vas a dar la tarde.

pfp dijo...

que mejor que recuperar un universo perdido, aunque solo sean unas horas. Un abrazo, Fackel

Barbebleue dijo...

No hay mejor fondo que un firmamento estrellado: como proyección de nuestros límites y como esperanza de nuestra finitud. Ya, si le pones música, el cielo se vuelve accesible.

pfp dijo...

pues música, maestro!