Si tuviéramos que resumir en pocas palabras la profundidad que el pintor I. I. Levitán expresa en sus obras, podríamos hacerlo valiéndonos de dos de sus mejores amigos, Chéjov y Serov.
En los dramas de Chéjov, siempre puede distinguirse dos tipos de personajes que generan parte de la tensión dramática: unos viven alejados en el campo esperando a los que han de llegar, y otros que llegan de la ciudad o del extranjero, con ecos de vivencias de un mundo más brillante, para pasar una temporada. Valentín Serov retratará básicamente a estos, actrices, aristócratas , artistas, personajes del gran mundo, y Levitán se internará en el paisaje espiritual de los que se quedan en el corazón de Rusia.
Levitán, en los umbrales del siglo XX, culmina el proceso de introspección y de experiencia mística que encarna el paisaje ruso.
Imagen: Isaak Illik Levitán, Kybartia (actual Lituania) 1860 - Moscú 1900. Paz perpetua. Óleo sobre lienzo; 150x206 cm
2 comentarios:
Una de las cosas que más me llama la atención de Levitan es que la luz en sus cuadros no reside sola o meramente en el conjunto, en una especie de representación genérica que flota más o menos imprecisa. En el cuadro que adjuntas la luz -y por lo tanto el color elegido para destacarla- parece estar en el objeto nube. En otros cuadros suyos está centrada en una iglesia, en unos árboles y su reflejo acuático, en un recodo del camino, en las hojas de otoño, en la tierra yerma o en el suelo nevado, en las olas llegando a la orilla. La luz reverbera en cada espacio o en cada objeto y estos a su vez la potencian, parece decirnos. Pero, ea, son devaneos míos sin duda. Siempre fantaseo y transmito mis impresiones y emociones por libre.
pues qué bien te devaneas, Fackel, y que gusto recibir tus emociones...
I. I. Levitán es sin duda una figura principal (por no decir la más) de paisaje de los ochenta y noventa del siglo XIX, con una capacidad para infundir en sus paisajes sutiles estados anímicos casi imperceptibles ...
gracias Fackel, aquí tienes tu casa.
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