En el interior de una oscura habitación una joven lujosamente vestida está siendo peinada por una sirvienta. Detrás de la anciana se observan encima de una mesa, joyas una copa dorada y un libro abierto.
La luz entra por la izquierda e ilumina intensamente a la joven dejando el resto de elementos compositivos en penumbra.
Acabada su plegaria al Dios de Israel, y dichas todas esas palabras, se levantó Judit del suelo, llamó a su sirvienta y, bajando a la casa donde pasaba los sábados y solemnidades, se quitó el sayal que vestía, se despojó de sus vestidos de viuda, se bañó toda, se ungió con perfumes exquisitos, se peinó, se puso diadema en el cabello y se vistió la ropa que llevaba cuando era feliz, en vida de su marido Manasés. Se calzó las sandalias, se puso los collares, brazaletes y anillos, sus pendientes y todas sus joyas, y realzó su hermosura cuanto pudo, con ánimo de seducir a todos los hombres que la vieran. (Judit 10, 2-4)
Fotografía parcial (y con un reflejo lateral izquierdo que no he podido evitar): Joven en su tocador (Judit) Rembrandt 1632/3?
Exposición Rembrandt Pintor de Historias. Museo Nacional del Prado
5 comentarios:
Judit se vistió con esa exquisitez que sólo ciertas mujeres
se proponen a ellas mismas cuando el éxito a conseguir es tan deseable, que aprovechando la debilidad innata en el hombre hacia ellas y con las armas que el destino de mujer les ha dado como únicas porque el mismo hombre durante siglos se ha negado a reconocer su sabiduría, consiguen su trofeo y el de Judit, después de una hermosísima oración, fue la de matar a Holofernes, subyugado por su belleza, y así, con su audacia, salvar a su pueblo. Después de la muerte de su marido Manasés, Judit no tuvo jamás relación con hombre alguno y después de su victoria, se retiró a su tierra Betulia donde murió. Israel la lloró durante siete días...
Perdóname Pilar, pero me ha tocado la fibra sensible... !Judit!
Juditha triumphans et Betulia liberata...
Y el resto de mortales, hombres y mujeres, disfrutando todavía toda la enorme descendencia que en el Arte ha dejado nuestra Judit.
Pilar:
Te he echado de menos pero, afortunadamente, ya has vuelto.
Justamente hoy reproduces el fragmento de uno de los pasajes más bellos y sensuales de la Biblia, pasaje que yo he releído muchas veces preguntándome quién sería el autor o autora y cómo transmitía ese despojarse de sus prendas de viuda y "vestirse para matar", en este caso cierto.
Un beso muy fuerte.
¡Celebro "verte" de nuevo, Pilar!
Una curiosidad: Con “Betúlia” la escritora Maria Aurèlia Campmany (1918-1991) disfrazó el nombre de Badalona (la Baetulo romana) para titular la que está considerada como su primera gran novela, cuya acción transcurre en los oscuros y tristes años cincuenta del pasado siglo XX, época en la que ejerció de profesora en el único instituto que había entonces en dicha ciudad.
Novelista, ensayista, traductora, autora de teatro (co-fundadora con Ricard Salvat de l’Escola d’Art Dramàtic Adrià Gual), actriz, feminista y declaradamente antifranquista, no fue una mujer que sobresaliera, como Judit, precisamente por su belleza física y contaba, además, con las armas que más repudiaba el tirano de la època: el coraje y la inteligencia.
gracias Josefina, Bbb,Gloria y Enric por vuestros interesantísimos comentarios, que completan sin duda esta pequeña entrada mía. Besos a los cuatro.
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