IDENTIDAD
¿Qué hacer con las palabras al final?
Sólo puedo buscar, para saber qué soy,
en la infancia y ahora en la vejez:
ahí es donde la noche es fría y clara
como un principio lógico. El resto de mi vida
es una confusión por todo aquello
que nunca he comprendido:
las tediosas dudas sexuales
y los inútiles relámpagos
de inteligencia. Debo convivir
con la tristeza y la felicidad,
vecinas implacables.
Se acerca la última verdad, durísima y sencilla.
Como los trenes que en la infancia,
jugando en el andén, me pasaban rozando.
Sólo puedo buscar, para saber qué soy,
en la infancia y ahora en la vejez:
ahí es donde la noche es fría y clara
como un principio lógico. El resto de mi vida
es una confusión por todo aquello
que nunca he comprendido:
las tediosas dudas sexuales
y los inútiles relámpagos
de inteligencia. Debo convivir
con la tristeza y la felicidad,
vecinas implacables.
Se acerca la última verdad, durísima y sencilla.
Como los trenes que en la infancia,
jugando en el andén, me pasaban rozando.
Joan Margarit, premio Cervantes 2019
Imagen: Ilustración de Joan-Pere Viladecans
4 comentarios:
Qué bueno Margarit. Menos mal que el Premio Cervantes mantiene su nivel.
gran poeta!
y nosotros que lo veamos, Fackel
¡las dudas existenciales como motor de las palabras!
la duda siempre te hace grande, sin duda.
gracias por tu Casa de Misericordia, pff!!!
un gran libro, si... pero dale las gracias a Margarit
un abrazo, sin duda!
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