lunes, 13 de noviembre de 2017
cuando nada es lo que parece...
No sé que nombre darle en mis sueños
Ante mi forma encontré aquella forma
en tiempo de crepúsculo,
cuando las desapariciones
confunden los colores a los ojos,
cuando el último amor
busca el cuerpo postrero.
Una angustia sin fondo aullaba entre las piedras;
hacia el aire, hombres sordos,
la cabeza olvidada,
pasaban a lo lejos como libres o muertos;
vergonzoso cortejo de fantasmas
con las cadenas rotas colgando de las manos.
La vida puso entonces una lámpara
sobre muros sangrientos;
el día ya cansado secaba tristemente
las futuras auroras, remendadas
como harapos de rey.
La lámpara eras tú,
mis labios, mi sonrisa,
forma que hallan mis manos en todo lo que
alcanzan.
Si mis ojos se cierran es para hallarte en sueños,
detrás de la cabeza,
detrás del mundo esclavizado,
en ese país perdido
que un día abandonamos sin saberlo.
Luis Cernuda. Antología poética
Fotografía: Axiones de un ganglio ciliar embrionario. Ryo Egawa de la Universidad de Nagoya, Japón
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4 comentarios:
he disfrutado leyendo el hermoso poema sin detenerme a acertar de quién podía ser. Dónde este él jamás habitará el olvido que tanto reclamó. La ilustración epatante o sea, pfp.
Beso!
una lámpara siempre encendida!
Ah, Cernuda, siempre está ahí, aquí.
Cernuda, como una luz, como los grandes poetas...
Gloria, Barbazul, Fackel, un abrazo
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