miércoles, 14 de mayo de 2014
a propósito de San Isidro labrador
-¡Dios nos tenga en su santa mano¡.
Todo el mundo sabía que los intereses del Vaticano habrían sido mejor servidos casándose el rey español con una princesa de Austria. Creían sin embargo que Carlos II estaba en el trono por designio sobrenatural. Cuando su padre Felipe IV agonizaba en su lecho ratificó de palabra su testamento en favor de Carlos teniendo nada menos a su lado y dentro del lecho la momia de San Isidro Labrador.
Poco antes de entrar en la agonía Felipe IV llevaron a su cama aquella momia y la acostaron a su lado. En aquella santa compañía, que duró hasta después de la muerte del rey, éste recuperó aún las esperanzas de vivir e hizo su testamento definitivo. En los intervalos de lucidez, dijo cosas notables.
El horror de Felipe IV a la muerte había aumentado, sin embargo, con la proximidad de la momia que parecía decirle: "mira lo que vas a ser tú también dentro de algunos meses". Le habían llevado a la cama el milagroso cuerpo que estaba casi incorrupto a través de los siglos. (...)
Con los ojos fuera de las órbitas Felipe IV miraba a la momia acostada a su lado, que olía a cuero antiguo y que mostraba el agujero negro de la boca abierta con dos dientes amarillos en lo alto. (...)
Felipe IV en su agonía y sin saber lo que hacía abrazaba a la momia que tanto terror le produjo al principio y con ella en los brazos murió beatamente.
Ramón J. Sender. Carolus Rex
Ilustración: Felipe IV a caballo. Obra de Diego Rodriguez de Silva y Velazquez
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6 comentarios:
!Manda pimientos! Para que luego digan que cualquier tiempo pasado fue mejor... No doy crédito! Un beso Pilar. Saludos a la momia.
pues da crédito, Conchita, que no sabes el tute que le dieron a la pobre momia, de aquí para allá; hasta se la quisieron meter en la cama a Carlos II y a la pobre Maria Luisa de Orleans, por ver si la momia les ayudaba a procrear¡... claro que de lo del brazo incorrupto de sta Teresa en la mesilla de Franco hace solo cuatro días¡
besos, Conchita
Increíble! Un trozo de historia de la que aún cuelgan flecos y vienen a aparecer en nuestros días...ay, la religión!
Muy interesante.
Besos besos
a la Historia no hay que perdérla de vista, Virgi, ¿no crees?
besos
¡qué barbaridad!
Esta historia me reafirma en mi reivindicación de una muerte digna ( y dulce si uno lo desea)...¡Me voy ahora mismo a afiliarme a la asociación Derecho a Morir Dignamente (dmd)! estoy seguro que tienen prohibidas a las momias...entre otras cosas
petons, okupa
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