Orhan Pamuk
Ilustración: Antoine Ignace Melling, 1763 Karlsruhe, Alemania 1831, París, Francia
Orhan Pamuk
Ilustración: Antoine Ignace Melling, 1763 Karlsruhe, Alemania 1831, París, Francia
un resplandor de rara transparencia una hora antes del atardecer. El pintor en su estudio se apresuró a reproducir lo que había visto sobre una imprimación de color gris oscuro, aplicando finísimas capas de pigmento para intentar crear esa sensación de luminosidad. Whistler había dado a conocer su modo de entender el arte y había subrayado que, este siempre excede a la naturaleza y que el artista no debe ser su copista sino el intérprete de su belleza.
Los que van al Archipiélago a gobernar, llegan a través de las escuelas del MVD (Ministerio del Interior).
Los que van a vigilar, son reclutados por los comisariados militares.
Y los que vana llí a morir, como usted y yo, querido lector, hay una sola y obligatoria forma de llegar: a través del arresto.
¿El arresto! ¿Será necesario decir que da un vuelco a toda nuestra vida? ¿qué es el rayo que descarga sobre uno? ¿qué es una sacudida moral tan terrible, que no todos la encajan y que, a menudo, lleva a la locura?
El Universo tiene tantos centros como seres vivientes. Cada uno de nosotros es el centro de un un mundo, y el Universo se resquebraja cuando le masculla a uno: "Queda usted detenido."
Alexandr Solzhenitsyn
Archipiélago Gulag 1918-1956
Me pregunto cuántos muertos, -rusos y ucranios-, cuántos arrestos, -rusos y ucranios-, cuántos Archipielagos se han abierto en Rusia durante estos setentaitantos días de invasión a Ucrania. ¿Qué podemos hacer por tanta víctima inocente? Al menos no olvidemos.
pfp
PARAISO
CANTO I
La gloria del que todo lo gobierna
penetra el universo y resplandece
en unas partes más y en otras menos.
Yo estuve allí, en el cielo que recibe
la mayor luz y vi cosas que nadie
puede decir sI desde allá desciende.
DANTE ALIGHIERI
ps: allí nos vemos, Cris!
[...]
Estoy en Járkov.
Como sería inútil luchar con mi actual estado de ánimo y, además, carezco de energías para ello, he decidido que los últimos días de mi vida sean irreprochables por lo menos en el aspecto formal; si no tengo razón en mi manera de comportarme con mi familia, de lo que me doy perfecta cuenta, procuraré actuar como ella quiere, He de ir a Járkov? Pues a Járkov. Además, todo me deja ya tan indiferente que lo mismo me da ir a un sitio que a otro, a Járkov, a París, o a Berdichev.
He llegado sobre las doce del día y me he alojado en un hotel próximo a la catedral, en el vagón me he mareado, me han fastidiado las corrientes de aire, y ahora estoy sentado en la cama, me sujeto la cabeza y espero el tic. Debería visitar hoy mismo a varios profesores conocidos, pero no tengo ganas ni energía para ello.
[...]
Una historia aburrida. Relatos, Anton Chéjov
Fotografía: Anton Chéjov