La primera palabra es como la fe ciega.
La que más cuesta.
La segunda caricia (cierta)
es la única que puede
hacer olvidar la primera.
La tercera bruma augura
un sol de espaldas.
Pero un sol
que obra y acierta
al cabo y al fin de los días
para vernos de cara
y reconocer que toca
sacar el pecho que uno lleva dentro...
del otro.
Aunque no lo supiese antes.
Aunque no pueda evitarlo ahora.
AHÍ Y AHORA
Mis manos Ajenas, Ed. Cuestión de Belleza 2019
Jonatan Jorge Guille
Imagen: Eliot Hodgkin. Marzo, de "Los Meses". Pintura al temple.