jueves, 15 de noviembre de 2012

el día siguiente



ME VA A ENCANTAR EL SIGLO XXI

La cena se enfriaba. Los invitados, con la esperanza de los
   habituales
encuentros, rápidos, fríos y caprichosos, estaban echados
en los dormitorios.Las patatas estaban duras, las alubias
   blandas; la carne...
No había carne. El sol de invierno había vuelto amarillos
   los olmos y las casas,
los ciervos bajaban por la carretera como si fueran
   refugiados; en el camino, unos gatos
se calentaban sobre el motor de un automóvil. Luego un
   hombre se dio la vuelta
y me dijo: "aunque amo el pasado, su oscuridad,
su peso que nada nos enseña, su pérdida, su todo
que no pide nada , me va a encantar aún más el siglo XXI,
pues veo en él a alguien en albornoz y zapatillas, con ojos
   castaños y pobre,
que camina sobre la nieve sin dejar tras de sí ni siquiera
   una huella".
"ah", dije mientras me ponía el sombrero, "ah"

Mark  Strand


Fotograrfía: pfp, serie autorretrato


9 comentarios:

Allau dijo...

Pilar, me has sacudido por donde menos lo esperaba. Un gran beso.

pfp dijo...

Allau, Tormenta de uno. Poemas, Mark Strand
Gran abrazo para ti también.

Barbebleue dijo...

a eso le llamo yo "una tormenta perfecta"... incluyendo la fotografía.

beso en pequeño formato.

pfp dijo...

es verdad, barbazul, Strand recoge nubes, rayos, truenos y centellas como nadie...

besos también para ti...

virgi dijo...

¡UF!
Fabuloso.


Besos

¡ah, y esa mordaza!

GLÒRIA dijo...

Pilar
Otro poeta que no conocía. Me recreo pensando cuántos más habrá. Si sigo viva podré leerlos. Me va a encantar el siglo XXi.
Gracias y mil besos.

pfp dijo...

Camuflaje, Virgi,... nada de mordazas, por favor...

Glorichu, Strand no es un poeta más... es único y extraordinario como tú misma...

Besos a las dos

Esdedesear dijo...

El poema es bello, el panorama desolador. Cualquier tiempo pasado no fue mejor pero hubo hombres que dejaron huellas que nos enriquecieron, me gustan las huellas,dignifican la memoria. Besos Pilar.

pfp dijo...

También el XXI las dejará, Conchita, huellas, y pisadas...

Un abrazo