EL ARTE DE SER FELIZ Regla Número 36 El medio más seguro para no volverse infeliz es no desear llegar a ser muy feliz, es decir, poner las exigencias del placer, posesiones, rango, honores etc. a un nivel muy moderado; porque precisamente la aspiración a la felicidad y la lucha por ella atraen los grandes infortunios. Pero esa moderación también es sabia y aconsejable por el mero hecho de que ser infeliz es muy fácil, mientras que ser feliz, no solo es difícil, sino del todo imposible. En particular no conviene edificar la felicidad sobre un fundamento muy ancho por medio de muchos requisitos; porque si se sostiene sobre tal fundamento se derrumba con mayor facilidad . Puesto que el edificio de nuestra felicidad se comporta a ese respecto a la inversa de cualquier otro, que se sostiene sobre una base amplia.Mantener las exigencias lo más modestas posibles en relación con los propios medios de todo tipo es la manera más segura de evitar las grandes desgracias. Pues toda felicidad positiva sólo es un quimera, en cambio el dolor es real. "El Arte de ser feliz" Arthur Schopenhauer
Imagen: (Óleo, 190 x 120 cm) Retrato de Friederike Maria Beer pintado por Egon Schiele en 1914. Figura poderosa, de colores y estructuras geométricas, un rompecabezas que se sostiene en el vacío sobre un fondo sucio, marronoso, en una pose artificial, casi violenta, que contrasta con el rostro que mira abiertamente al espectador.
Espero que la música os haga amar un poco más, aunque cuando eso pase, volverá otra vez el negocio a manos de los políticos”.
Nina Simone
Ain't got no home, ain't got no shoes Ain't got no money, ain't got no class Ain't got no skirts, ain't got no sweater Ain't got no perfume, ain't got no beer Ain't got no man
Ain't got no mother, ain't got no culture Ain't got no friends, ain't got no schooling Ain't got no love, ain't got no name Ain't got no ticket, ain't got no token Ain't got no God
What have I got? Why am I alive anyway? Yeah, what about God? Nobody can take away
I got my hair, I got my head I got my brains, I got my ears I got my eyes, I got my nose I got my mouth, I got my smile I got my tongue, I got my chin I got my neck, I got my boobs
I got my heart, I got my soul I got my back, I got my sex I got my arms, I got my hands I got my fingers, Got my legs I got my feet, I got my toes I got my liver, Got my blood
I've got life , I've got my freedom I've got the life
And I'm gonna keep it I've got the life And nobody's gonna take it away I've got the life
E de "ending", final, los finales de los poemas, las últimas palabras concebidas para devolvernos a nuestro mundo con la ilusión momentánea de que no se ha sufrido ningún daño. Son variadas, y se inscriben en la fantasmagórica secuela de cualquier obra de arte. Buena parte de lo que amamos de un poema, sea cual sea su tema, es que nos deja con la sensación de renovación, de más vida. La vida, por otra parte, no nos prepara para nada, y nos deja sin lugar al que ir. Se detiene. Abecedario de un poeta. Por Mark Strand Imagen: Collage por Mark Strand
L de lago. Prefiero el mar y algunos de los ríos que conozco, pero para escribir me gustan las aguas manejables de los lagos. Un lago es un soporte más flexible, No impone respeto como el mar, que nos obliga a reaccionar de manera bastante predecible: es decir, ante él sucumbimos con excesiva facilidad a sentimientos de asombro, paz o lo que sea. Tampoco nos tienta con indicios de infinitud. Puede que el lago esté hecho para ajustarse a lo que exige la topografía del poema. Los ríos fluirán por un poema, o lo arrastrarán con él, y tienden a oponerse a la contención formal, de ahí que se les compare con frecuencia (erróneamente) con la vida, pero no con la poesía. Así que, en cuanto a masas de agua, a mi denme un lago, un lago enorme, o incluso un lago salado, donde las aguas estén tranquilas, donde se pueda reflexionar, donde pueda arrodillarme en la orilla, bajar la mirada y ver mi reflejo. Es una vieja historia. Abecedario de un poeta, por Mark Strand. Imagen: collage por Mark Strand
I de inmortalidad, que para algunos poetas constituye una forma necesaria y creíble de compensación. Mientras que, en teoría son desdichados en vida, serán recordados susceptibles de cambiar las modas del lenguaje, y que aquí es donde podría darse una inmortalidad alternativa, menos brillante. Todos sabemos que un poema puede influir en otros poemas, mantenerse vivo en ellos, de igual modo que en él viven unos poemas anteriores. ¿No podríamos decir, por tanto, que un poema triunfa del todo cuando fomenta su propia revisión y provoca su propia desaparición? Si, pero, es esto la inmortalidad, o simplemente una forma resuelta de estar muerto? Abecedario de un poeta. Por Mark Strand Imagen: Collage de Mark Strand