El pintor norteamericano Andrew Wyeth, miembro de una familia de artistas, sufrió durante su infancia de una frágil salud. Por este motivo, su padre, famoso ilustrador, fue su principal maestro y le introdujo en el mundo del dibujo.
Wyeth llevó una vida tranquila, viajó poco y pasó la mayor parte del tiempo entre los estados de Maine y Pennsylvania. Su estilo pictórico apenas varió a lo largo de su carrera. Su gama cromática se caracterizó por su tendencia a la austeridad, predominando los colores ocres y tierra.
Las pinturas de Andrew Wyeth, son precisas y detalladas, se mueven por encima de la fotografía naturalista, ya que dota a su obra de intenso ambiente y de una sensación de subjetiva emoción.
De 1970 a 1875, Wyeth trabajó en secreto en una enorme cantidad de obra: 246 piezas en total, entre las que se incluyen apuntes, estudios, dibujos, acuarelas,obras con brocha seca y cinco cuadros al temple.
Ni siquiera su mujer, la que siempre actuó como su marchante, estuvo al corriente de la magnitud de su trabajo. Casi todas las obras tenían como modelo a una alemana de mediana edad a la que Wyeth identificó tan sólo como Helga, que vivía cerca de la casa de invierno del pintor, en Chadds Ford, en el Estado de Pensilvania.
Poco después de revelar la existencia de la colección, Wyeth, decidió junto a su mujer buscar un comprador que mantuviera juntas las 240 piezas. Leonard E.B. Andrews, un editor de Dallas, accedió a pagar una suma de varios millones de dólares por ella, así como por sus derechos de reproducción.
Imagen: Lovers 1981 Andrew Wyeth
5 comentarios:
¡Qué grande era Wyeth!. Me traes el recuerdo de un día de verano en Maine cuando visité la casa de Cristina. No me gusta presumir pero no he podido ignorar cuántas horas dedicadas al gran pintor viendo sus paisajes, su taller...Un lujazo.
Muchos besos, Pilar.
afortunada, Gloria, !
un abrazo
la historia de esa colección es alucinante; tanto, que no parece real. Los artistas son como cebollas: secretos sobre secretos...
el mundo de Andrew!
besos, pilar.
Conozco varios de sus cuadros, pero no tenía ni idea de esta historia tan interesante.
Un fortísimo abrazo
barbazul, más cebolla!
Virgi, un abrazo
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