“El señor Ingres elige sus modelos, y elige, hay que reconocerlo, con un tacto maravilloso, las modelos más idóneas para hacer valer más su tipo de talento. Las bellas mujeres, las naturalezas suculentas, la salud reposada y floreciente, ¡he ahí su triunfo y su alegría!”. Charles Baudelaire
Imagen: Retrato de Madame Moitessier sentada, (detalle) 1856, por Jean Auguste Dominique Ingres. Montauban 1780/ París 1867.
Exposición temporal en el Museo del Prado, Madrid.
https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/ingres/00e24782-cbd7-4f3e-af2b-46aa5a34d983#
8 comentarios:
Nunca tuve ni una palabra amable dedicada a Ingres. Empiezo a arrepentirme. Señal de vejez, me digo. O de lucidez.
señal de experiencia y sensibilidad acumulada,
un abrazo Allau,
A mi me gusta mucho Ingres. En cuanto a la posible belleza de la dama retratada...hay que ver cómo cambian los cánones. Actualmente esta dama, que tan serena y tan segura posa, se sometería a una dieta rigurosa y tal vez solo Freud le habría hecho un retrato desnuda mostrando su carnalidad tan demodée.
De todos modos es un Hermoso cuadro.
Gracias con besos, Pilar.
la prestancia de esta dama, tiene la fuerza y la belleza de las sibilas de Miguel Ángel... belleza atemporal !
un abrazo, Gloria
yo sí que debo estar demodé: adoro el tacto de esa mujer ¿o el mérito es de Ingres? ... en cualquier caso, Baudelaire de nuevo tiene toda la razón.
no es solo mérito de la mano del dibujante, ni la del pintor que domina todas las técnicas admirablemente, ¡es la mirada del artista! ... Es la mirada de un artista extraordinario, Ingres, nada demodé, al contrario, un artista innovador y original...
Si lo sé no escribo la palabra "demodé", vaya. El cuadro es precioso però la señora, aunque se parezca a las sibilas de Miguel Àngel, presenta a mi parecer exceso de kilos y mirada autoritària.
Lo dicho.
pero solo faltaba, querida Gloria, escribe y opina lo que quieras y discrepemos si tenemos que discrepar. La belleza siempre es subjetiva y desde luego muy influenciada por las modas; pero yo a Madame Moitessier, no le veo en absoluto una mirada autoritaria, sino más bien una actitud plácida y amable de señora acomodada, que con toda naturalidad o por indicación de Ingres, apoya su cabeza sobre su mano derecha, un gesto insólito, para un retrato de sociedad...
besos, Gloria
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