viernes, 27 de mayo de 2011

noche de primavera



Aquella noche primaveral, conducía despacio por una oscura carretera comarcal ... pequeñas luces brillaban en la lejanía, de vez en cuando los ojos verdes fosforescentes de algún animalillo cruzaban asustados,... una luna menguante iluminaba con suavidad la noche... paró en un camino que cruzaba la calzada y apagó los faros del coche, salió y estiró los brazos, mientras daba unos pasos desperezados al borde de la carretera, miró hacia al cielo, estaba radiante, se sentó sobre el capó... la noche era un espectáculo increíble... miles de millones de estrellas lucían sobre él, inmutables, eternas... ¿sería tarde para empezar de nuevo?

pfp


Fotografía: Estrellas, obra de Miró






martes, 24 de mayo de 2011

bob cumple 70





Not Dark Yet


-Aún no ha oscurecido-

Caen las sombras y llevo aquí todo el día,
Hace demasiado calor para dormir y el tiempo se escapa,
Siento como si mi alma se hubiese vuelto de acero,
Aún tengo las cicatrices que el sol no sanó.
Ni siquiera hay sitio suficiente como para estar en ningún lado.
Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar.

Mi sentido de la humanidad se ha ido por el desagüe,
Detrás de cada belleza ha habido siempre algún dolor,
Ella me escribió una carta, y amablemente
Puso todo lo que se le pasó por la cabeza,
No acabo de ver por qué me habría de molestar.
Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar.

He estado en Londres y también en el alegre Paris,
Seguí el río hasta llegar al mar,
He alcanzado el fondo de un mundo lleno de embustes,
No estoy buscando nada en los ojos de nadie,
A veces mi carga es más pesada de lo que puedo soportar.
Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar.

Nací aquí y aquí moriré en contra de mi voluntad,
Ya sé que parece que me marcho, pero estoy quieto,
Cada nervio de mi cuerpo está ausente e insensible,
Ni siquiera recuerdo de qué vine huyendo,
Ni siquiera oigo el murmullo de una oración.
Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar.

jueves, 19 de mayo de 2011

yayoi kusama

Yayoi Kusama (Matsumoto, Japón, 1929).



Su trayectoria artística fluctúa entre oriente y occidente. Comenzó estudiando pintura nihonga en Kioto, un estilo nipón cuyo desarrollo estuvo ligado al auge nacionalista a finales del siglo XIX, pero pronto sintió la necesidad de buscar fuera de los métodos tradicionales e investigar sobre la vanguardia europea y americana. Empezó experimentando con pinturas corrientes y materiales domésticos, utilizando sacos de semillas del negocio familiar como soporte en lugar de lienzos. A principios de los años cincuenta exploró técnicas sobre el papel, plasmando formas abstractas que evocan fenómenos naturales que recuerdan el universo surrealista.



Recibió pronto en Japón un considerable reconocimiento por parte de la crítica, pero pronto decidió marcharse de Japón; "Para un arte como el mío -arte que combate en la frontera entre la vida y la muerte y que cuestiona lo que somos y lo que significa vivir y morir- [Japón] resultaba demasiado pequeño, demasiado servil, demasiado feudal y demasiado desdeñoso con las mujeres. Mi arte necesitaba una libertad más ilimitada y un mundo mas amplio".

En 1957 expuso en Seattle y más tarde se traslada a New York transformando radicalmente sus planteamientos pictóricos. Enormes lienzos titulados Infinity Net Paintings (Cuadros de redes infinitas) cubiertos de pinceladas monocromas, anticipa actitudes y técnicas minimalistas y conceptuales. Redes y puntos se convierten en los motivos claves de un vocabulario personal, al que la artista ha regresado a menudo a lo largo de su trayectoria personal.


En 1973 regresa a Japón afectada por la muerte del pintor Joseph Cornell. Su vuelta fue difícil, su vulnerabilidad física y psicológica la llevó a internarse voluntariamente en el hospital que sigue siendo su hogar hoy en día y en donde ha desarrollado una carrera literaria paralela a su producción artística.


La representación del espacio infinito es una de las obsesiones de la artista . Usa los espejos para ello, y las superficies reflectantes se han convertido en un elemento recurrente de su obra, en donde los espectadores pueden internarse y acompañarla en su viaje permanente de introspección.



Fotografía: I want to Live Honestly, Like the Eye en the Picture. Obra de Yayoi Kusama 2009

Yayoi Kusama expone actualmente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. www.museoreinasofía.es

martes, 17 de mayo de 2011

parece mentira, pero es bien verdad.



Todo empezó la noche que mató a su marido.  Sin duda, había juntado motivos suficientes para mandarlo al otro barrio. No fue difícil, la idea y la preparación surgieron de una novelita negra a las que se había aficionado con obsesión de coleccionista. Las ideas llegaron de un autor y de otro, ... el plan y la coartada  fueron puliendose poco a poco. Durmió a los niños después de una cena sazonada con medio valiun a cada uno tras una tarde agotadora en un parque y salió sigilosamente por el parking del edificio de su vivienda, lo mismo que entró casi dos horas después, sin que aparentemente nadie le hubiera visto. Entre medias, al amparo de la oscuridad de un pequeño portal había disparado a su marido un tiro infalible al corazón, cuando este se disponía a entrar a su bingo habitual de los jueves.

Su talento era su puntería, su sangre fría, su pulso, le había dicho su entrenador de tiro, el mismo que quedó decepcionado al saber su negativa -propiciada por su ex-, a participar con total dedicación en campeonatos deportivos que hubieran podido llevarla con toda probabilidad al equipo olímpico nacional,... agua pasada, pensó ya en casa frente al televisor apagado, con el pijama puesto, y un vaso de leche fría entre las manos...

No me dijo cómo ni donde surgió el contacto, pero está claro que lo buscó y lo encontró, a partir de la fecha de su viudedad, hizo del asesinato por encargo su profesión. Estaba bien pagado me dijo, libertad de horario, total disponibilidad para sus hijos,... además, estaba convencida de su eficiencia quitando de en medio a indeseables que hacían la vida imposible a sus semejantes...

ps:Me lo contó una noche, en un aeropuerto en el que nos quedamos varadas después de un aparatoso aterrizaje forzoso del que salimos indemnes, pasajeros y tripulación, bueno,... indemnes, indemnes no,...sino etilicamente desinhibidos gracias al generoso Chivas 12 años del cattering VIP de la compañía aérea. De otro modo, ¿como se explican Vds. que alguien pueda hacer una confidencia de esta categoría a una desconocida que una noche se sienta a tu lado para esperar un avión que te lleve a casa a las tantas de la madrugada?...


pfp


Fotografía:obra de Eleazar, bestiario medieval, animales imposibles.


ps:Texto que dedico con cariño, a Kundry. Un gran abrazo. piloto


.

sábado, 14 de mayo de 2011

point shirley, Syilvia Plath




Desde el Monte del Agua hasta la cárcel

de ladrillo las piedras se rebelan

contra el caer del agua.

Los copos se rompen, se encenagan. Este

año las olas saltan

sobre los rompeolas, cubren

cementerios de almejas, dejan ciénagas

de hielo salado a blanquear

en el patio arenoso de mi abuela,

muerta.Ponía aquí a helar su ropa

crujiente, ella regía

su casa contra el sucio odio del mar

brutal. El agua aquí bailaba, astillas

de nave entraban en el sótano

por la ventana; un tiburón yacía,

herido inquieto, sobre los geráneos.


Tal alianza de elementos ciegos

gastaba las escobas de mi abuela

hasta el astil. Veinte años

pasados por su mano, aun la casa

se ahinca a sus alveolos: piedra púrpura

entre hoyón y montículo

y el buche del mar frío hendiendo en torno.


Nadie hiberna allí ahora,

las ventanas donde ella blancos panes

ponía a refrescar están cegadas.

¿Qué es lo que tanto sobrevive, llora

sobre este espigón terco y combatido

de guijarros? Las huellas que vomitan

las olas, crujen en el viento.


Olas grises, corceles de los ánades


colicortos. Labor de amor perdida.

Y en tanto el mar corroe

tercamente Point Shirley.

Ella murió bendita, y yo aquí encuentro

huesos, más y más huesos carcomidos,

tirados. Mar canino.

El sol se escuda en Boston, rojo de sangre.


Desahijados pedruscos, pediríales

la leche en que tu amor supo empaparlos.

Negros patos bucean.

y aunque tu amor efulge

y yo hago lo que puedo,

abuela, nunca fuera hogar la piedra

tanto como esa albísima paloma.

Contra el Monte del Agua la mar rompe.


Sylvia Plath






Fotografía: Láminas de cobre decorativo con pátina verde.

lunes, 9 de mayo de 2011

debilidad personal y maravillas del equilibrio

"Esta ha sido una semana de mareos y vértigos. Creo que lo llaman el síndrome de Ménière (el Dr. Ménière visita a sus elegidos, se instala en un lugar recóndito del oído y los invita a un viaje en barco). Conozco la situación. Es prácticamente imposible librarse de ello. Es una dolencia caprichosa. El mar puede estar más o menos agitado. Puede ser un enojoso balanceo o súbitos golpes de ola, con Ménière al timón. Se oye silbar el viento en los palos. Al cabo de unos días o de unas semanas Ménière desaparece y puede espaciar su próxima visita más de un año. Hay quien tiene instalado al Doctor en el oído en permanencia. Afortunadamente aún no es mi caso.




En realidad, la víctima no comprende exactamente en que consiste su enfermedad y acude con frecuencia a la metáfora del barco o del tobogán (otro de los pasatiempos preferidos del microscópico Doctor, que a estas alturas ya sabemos que está loco). La sensación de vértigo llega a ser tan brutal que puede dar con la víctima en el suelo, por lo que el mejor consejo es permanecer tumbado. Hay quien prefiere estar a oscuras. De todos modos, en esas circunstancias es difícil leer un libro.


Los especialistas no diagnostican con exactitud a qué se deben esas alteraciones del sistema del equilibrio. Yo solo puedo contar lo que me ha dicho el especialista que me ha tratado a mí. O al menos lo que yo he entendido. En las profundidades del oído interno se encuentra el giróscopo del cuerpo humano. Parece que se trata de un sistema de fluidos que ajusta continuamente su nivel de forma que podamos efectuar cualquier movimiento sin desmadejarnos por el suelo, incluso movimientos tan rápidos y sofisticados como los que realiza una bailarina, un gimnasta o un jugador de fútbol. Me asombra imaginar la velocidad de adaptación del cerebro y la inmediata reacción muscular a las indicaciones que envía el giróscopo. Al mismo tiempo, el sistema está íntimamente relacionado con la visión, de modo que al andar no se produce ante nuestros ojos el efecto de una cámara que se mueve. El giróscopo compensa ese movimiento. Todo esto es extremadamente complicado y el aparato que lo rige es diminuto. Los vértigos se producen cuando, por cualquier causa, la información que trasmite el giróscopo no es analizada correctamente por el cerebro.

Se puede aprovechar la situación para examinar algunas cosas. Por ejemplo, nuestro grado de dependencia de la realidad subjetiva. Se llega a comprender, aunque sea de forma casi experimental, el estado en que se encuentra un demente cuando cree que la realidad que él vive es la realidad real. Es decir, quien viaja un instante con Ménière comprueba que el pasillo de su casa está súbitamente ondulado, o que la casa se mueve y él debe sujetarla apoyando las manos contra las paredes del pasillo.

Tengo un par de ejemplos tomados durante estos días. El primero es una situación con luz, con los ojos abiertos, en posición horizontal, decúbito supino como dicen en los informes judiciales. Serían las diez de la mañana. De repente la habitación empezó a girar a toda velocidad en el momento en que la víctima alzó ligeramente la cabeza. Solo fue cuestión de unos segundos. Era como un tiovivo loco. (La víctima soy yo pero prefiero distanciarme para observar el fenómeno.) El espejo, los cuadros, y la moldura de escayola se desplazaron con la velocidad de un látigo. Nadie pensará que la habitación hizo ese giro de peonza, físicamente imposible, pero esa era mi situación real.


El siguiente ejemplo tuvo lugar a oscuras, tumbado en la cama, con los ojos cerrados. Se produjo un desplazamiento hacia la posición decúbito lateral (la víctima se dio la vuelta sobre un costado).Al instante se abrió un abismo en medio de la cama. El espacio terminaba allí, en un caída vertical sin fondo. Nadie pensará que en medio de una cama puede abrirse repentinamente un abismo, lo mismo que nadie piensa que una habitación puede dar vueltas por sí sola, pero este es el caso. El instante de demencia de Ménière expulsa la realidad objetiva y nos convence de otra realidad vertiginosa."

Texto de Manuel de Lope . Azul sobre azul. RBA ediciones.


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Comparto con De Lope visitas del Dr. Ménière, su texto me ha parecido genial, didáctico, y muy divertido. No me gustan nada las visitas del Dr. Ménière, porque durante su estancia, mi cabeza -como bien dice de Lope- no puede procesar ni música ni lectura, únicamente pedir a San Dogmatil (el tratamiento) que haga efecto pronto. De Lope es un escritor tan extraordinario que es capaz de trasformar la palabra vértigo, equilibrio, en una bella pieza de LITERATURA.





Dedicatoria especial a Gloria que tanto se preocupa por mí y que además me recomendó entre otros, el Azul sobre azul .




ps: ya estoy con el pañuelito blanco diciéndole adiós al Dr. Ménière, se marcha en su barco de pesadilla, espero que esta vez tarde en volver.




...



Fotografía: Inestable equilibrio. Collage y acrílico sobre tabla, obra de pfp. 1999


jueves, 5 de mayo de 2011

Concurso de foto de Cincuenta Once



¡Participa en el concurso de foto de Cincuenta Once y llévate un pack de ropa de bici valorada en 150 euros!
Hazte fan de www.facebook.com/50once, manda una foto de bici de montaña o carretera a blog@cincuentaonce.com, y si tu foto es la más votada te llevas un pack de ropa de bici; maillot, cullotte y calcetines. Así de sencillo.
¡No lo dejes pasar!
Bases del concurso:
1- Las fotos deberán estar hechas por el participante del concurso. Deberán tener una temática directamente relacionada con la bici no urbana; bien sea montaña o carretera. Cada participante es libre de enviar la foto que crea oportuna.
2- Las fotos deberán enviarse por e-mail a blog@cincuentaonce.com, detallando el nombre del participante y número de teléfono. Cincuenta Once Eventos Deportivos, S.L.L. garantiza la seguridad y confidencialidad de los datos personales facilitados y se compromete a no utilizarlas con finalidad comercial (cesión o venta de las bases de datos) ni ceder dichos datos a terceras empresas sin el consentimiento expreso del usuario. En cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre, sobre Protección de Datos de Carácter Personal, los usuarios que hayan facilitado sus datos personales pueden ejercitar en cualquier momento el derecho de acceso, rectificación o cancelación por medio de un mensaje de correo electrónico a blog@cincuentaonce.com o por escrito a la dirección postal de Cincuenta Once Eventos Deportivos: Travesía González Gallarza, 4 – 26280. Ezcaray, La Rioja.
3- El ganador recibirá un pack de ropa deportiva para bici que consistirá en un un maillot Inverse Cincuenta Once, un culotte Etxeondo y un par de calcetines Etxeondo, todo ello valorado en 150€. Podrá pasarse a buscarlo por la tienda o recibirlo por correo ordinario, siempre que esté dentro del territorio español.
4- La votación será libre y popular, y se hará a través de Facebook, mediante la aplicación Fanappz. Esto garantiza que únicamente los votantes puede interferir en el resultado de la votación. Para votar hay que hacerse fan de www.facebook.com/50once.
5- Fechas de envío de fotos: desde el 1 de mayo hasta el 20 de junio.
6- Fechas de votación: desde el 21 de junio hasta el 30 de junio.
7- Después de la votación, Cincuenta Once se pondrá en contacto con el ganador para especificar los detalles de la ropa (tallas) así como el modo de entrega (en tienda, por correo, etc).
8- Cualquier duda, queja o sugerencia, pueden mandarla a blog@cincuentaonce.com
9- En caso de que el ganador no esté localizable o no responda a Cincuenta Once en un plazo de 10 días después del 1 de julio, la empresa contactará con el segundo más votado, y así sucesivamente hasta contactar con un cliente.



Fotografía del cartel anunciador: obra de Pablo Duque Fedez.-Pinedo



martes, 3 de mayo de 2011

Fénéon, Félix, II




Juzgando a su hija (de 19 años) demasiado poco austera, el relojero estefanés Jallat la mató. Es verdad que le quedan once hijos más.
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En los Jobards (Loiret), el señor David, furioso de que su mujer sólo le amase a él, la mató a golpes de horquilla y tiros.
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Un exceso de láudano no le procuró más que cólicos al arquitecto Godefoin, de Boulogne. Sea: se ahogaría. Pero le sacaron del agua.
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Encendido por su hijo de cinco años, un cohete de señales ferroviarias estalló bajo las faldas de la señora Roger, en Clichy; el estrago fue considerable.
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El examen médico de un muchachito encontrado en una zanja de un arrabal de Niort muestra que sólo tuvo que sufrir la muerte.
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Por juego o en un deseo de incendio, fue fusilado nocturnamente, en Bonnières, un mechero de gas próximo a una cuba de petróleo.
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"¡Morir a lo Juana de Arco!", decía Terbaud desde lo alto de una hoguera hecha con sus muebles. Los bomberos de Saint-Ouen se lo impidieron.
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Como en los tiempos mitológicos, un macho cabrío asaltó a una pastora de Saint-Laurent en el lecho del río Var, donde ella apacentaba sus animales.
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No es por la ventana por donde se entra de noche en casa de Yolanda de Montaley, en Meudon; así que ella gritó, y sólo se llevaron su cofre.
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El mendigo septuagenario Verniot, de Clichy, murió de hambre. Su jergón ocultaba 2000 francos. Pero no hay que generalizar.





Félix Fénéon





traducción
de Vicente Molina Foix










Fotografía: Niágara, 2000,óleo sobre tela 304,8 x 426,7 cm. obra de Jeff Koons. Museo Solomon R. Guggengeim New York